jueves, 29 de diciembre de 2011

Algo de mi dos mil once

Si alguien me pidiera que en pocas palabras dijese lo que siento al término de este dos mil once, diría que siento que ha sido un buen año para mí, no sólo por lo que he vivido sino, sobre todo, por lo que creo que va a venir en el doce, es decir, por las consecuencias que espero tomen linda forma en los próximos meses y que se están gestando en este año, especialmente en los últimos meses.

Al mirar hacia atrás recuerdo el tiempo antes de marchar a Filipinas, y no es que fuera especialmente feliz. Los meses anteriores habían sido insípidos y cuando no amargos por lo que me acostumbré a vivir con lo que había. Después en Filipinas a partir de mediados de Marzo fueron tres semanas preciosas que puede que tengan su repercusión en los siguientes años… Y de allí a España. Los dos meses en España fueron estupendos. Al poco de llegar me fui a hacer El Camino durante la Semana Santa, justo antes de la operación de hernia. El Camino fue el regalo que me hice y que tanto deseaba realizar. Mis nuevos amigos, Antonio y Mari. Maravilloso. Luego la operación, recuperarme y empecé a viajar por casi todas nuestras casas hablando a la gente y a los alumnos de La India, amén de las bodas y bautizos en Novelda (os quiero Ácido y Luisma), Madrid, Huelva y Salamanca. Fue un tiempo intenso y precioso aunque al final no pude ir a Venta de Baños y lo sentí de veras. A nuestra provincia la encontré vivida y en movimiento, me gustó. Creo que la nueva comunidad en Murcia y el hecho de un nuevo consejo provincial le han dado estímulo y empuje a la provincia. En todas las casas, como siempre, me recibieron magníficamente y siempre me sentí feliz y tranquilo. Además disfruté lo que pude con mi familia y me vino genial. De alguna manera y sin darme cuenta me fui descargando de toda la oscuridad que había acumulado en el último año y llegué a La India en los primeros días de junio esperanzado y contento de mi regreso.

Los meses siguientes a mi vuelta aparte de reconciliarme con la casa y algunos de los escolásticos significó la vuelta a una vida tranquila pero sin tregua. Mi nuevo superior, Sunil  es un tipo majo y encantador, y nuestra vida es bastante sana de comunicación, relación y vida comunitaria. Tiene un toque excéntrico que me gusta y lo mejor es que ha devuelto a los escolásticos tranquilidad y confianza sin dejar de ser firme cuando es necesario. Lo mejor desde que estoy en La India pues por primera vez he sentido que vivo con alguien con el que se puede vivir una vida comunitaria, con sus alegrías, discusiones, oraciones…de una forma sana y equilibrada. Después, unos meses más tarde Jojappa que llevaba dos años viviendo en Argentina regresó a La India. En Agosto se ordenó y le han mandado aquí, a Eluru como ayudante del párroco; es otra persona encantadora por lo que me siento dichoso. Para colmo de alegrías mi Difun se marcha a Ecuador tres meses que me hacen una persona muy muy feliz.

 Al comienzo he escrito que en el próximo año confío que experimente algunos cambios en aspectos básicos de mi persona, y que esos cambios serán para mucho mejor. Mi forma de rezar espero que sea una de ellos. Como podéis imaginar por como soy, no es que sea una persona de mucha oración en el sentido más estricto y teórico de la palabra. Creo en un Dios que me acompaña, que lo siento en mi Camino, en las cosas que hago y las que debería hacer; que se encuentra en las personas que me cruzo y me habla; creo en un Dios que siempre desea lo mejor para cada uno, aunque no siempre sea lo que más queremos; no creo que actúe desde algo que signifique muerte para enseñarme una lección, aunque le siento que está ahí, al lado en las desgracias que nos ocurren. Y creo que Jesús de Nazaret es un regalo para mí…

Y hablando de regalos, todo este tiempo en La India está significando el reencuentro con lo más puro de mí,  mis miserias y virtudes puestas a descubierto, la confirmación de la gente a la que quiero y a quien debería querer más, la felicidad que tengo por lo vivido y por la gente con que he vivido, la alegría por la decisión tomada y el miedo que brota cuando pienso en ello, la vida religiosa no como algo perfecto, pero sí como un instrumento del que Dios se sirve para que este mundo sea más humano y cristiano, la fuerza de la oración y mi poca fe. Y todo ello con la tranquilidad de quien tiene tiempo e intenta no asustarse cuando se mira al espejo. Un regalo que espero con el tiempo sepa descifrar todo su significado. En fin, mucho rollo para lo que luego uno vive, pero en ello estoy. Y, sin embargo, creo que todo esto no es suficiente y que he sido muy egoísta en mi oración, negándome a profundizar más, a tomar más riesgos, a seguir buscando mi mejor sitio en el mundo acorde al plan de Dios. Además, la filosofía hindú y su manera holística de entender el mundo va calando cada vez con más intensidad en mi vida, y poco a poco voy descubriendo cómo los católicos indios hemos asimilado todo esto a nuestra visión del mundo y me gusta…

En los dos últimos meses me están ocurriendo cosas que nunca podré decir que sean por casualidad y que me llevan todas a la misma dirección: mi transformación lenta pero verdadera, espero, en una persona mejor, más natural, respetuosa con el medio ambiente, más cariñosa y tierna con los demás, y sobre todo, mucho más espiritual, aprendiendo a respirar, a estar en contacto fraterno con la tierra, a seguir entendiendo mi cuerpo, a convertirme en una persona que valore y crea en la fuerza de la meditación y de la oración, a ser verdadera luz. Por primera vez siento que empiezo a vislumbrar las razones profundas de mi venida a La India. Y espero poder contarlo, aquí, en el blog. Además, también confío en escribir sobre aquello que me gusta y me cuesta como es el cine (lo prometo Noe), y profundizar en los remedios  y alimentos naturales. Sé que voy a leer mucho más y que por fin voy a dejar de hacer el ridículo, o mejor dicho, voy a hacer el ridículo mientras aprendo definitivamente el telugu. Y me queda por deciros que después de veintidós años me he cortado el pelo y  que lo tendré así un tiempo, quizá muchos años o siempre. Sigo con mi afición por la medicina natural y como bastante verdura cruda a ver si me ayuda para cagar con un poco más de frecuencia. He empezado a estudiar un poco el hindi pues la formación ya me deja bastante tiempo libre y he recuperado las buenas sensaciones de la vida. Poco a poco pero feliz.

 Estos últimos días del año nos acompaña en Eluru una monja dominica que se dedica a expandir su conocimiento sobre espiritualidad, el Aura, los Chacras y en general sobre la transformación de este mundo en algo mejor gracias a nuestra energía y luz que proviene de nuestro interior. Creo sinceramente que aparte de lo que mis queridos escolásticos puedan sacar de provecho, estos días están pensados para mí; es más que un regalo, es mi vida.

Mis últimas líneas son para mi familia, mis papis, Jose, Cari, Paloma y Yordi. Gracias por alegraros conmigo por mi extensión del visado, por ponérmelo tan fácil, por sentir vuestro cariño, amor y querencia, porque cada vez que hablamos me lleno de vuestra luz. Os quiero. Feliz año dos mil doce para todos. Con Cariño, Jesús Baena.


miércoles, 7 de diciembre de 2011

Mi Camino de Santiago, Abril 2011, (segunda parte)

17.04.11 Quedamos todos para desayunar pronto. La noche ha sido fresca y tranquila aunque la Mari en su infinito patosismo se ha caído de la cama mientras daba voces. Salimos juntos después del desayuno. Hoy de Sarria a Portomarín; es un día precioso y el Camino es muy lindo, el más bonito para mí. Pronto empiezo a andar con Deo: surrealismo delirante. De repente se pilla un rebote del quince con un par de tíos que parecen ir más de paseo que otra cosa y que les llama “el negrito y el otro”; les adelanta y se fuma un cigarro delante mientras les echa el humo. Increíble. Yo ando bien. Nos paramos para la cañita de rigor y al rato aparece la Mari. Dani está jodido, por lo que el padre se queda y nos largamos Mari y yo. Al poco encontramos a Antonio y Carlos, el corredor conquense. Me marcho con él y llegamos a Portomarín hablando. Me encanta Portomarín. Son las doce y media; unas latas de cerveza hasta que abran. Dormimos los cuatro más o menos juntos en literas; el resto no llegan a ese dormitorio enorme o se van a pensiones, pero pronto nos juntamos en los bares de los soportales y empiezan a caer cervezas, una cuantas. Hablo con los alemanes. Después nos vamos al supermercado porque Antonio nos cocinará macarrones por la tarde. Hago masaje en los pies a la alemana que habla un perfecto español. Luego leo un poco, algo de sol y lavamos la ropa. Más tarde volvemos a juntarnos con todos y caen más cervezas hasta que llega la hora de cenar. Es entonces cuando La Mari monta el pollo con la gente del albergue y nos revoluciona a todos con sus juegos y cánticos. Absolutamente maravillosa….

18.04.11 De Portomarín a Palas. Amaneció abierto, prácticamente soleado. Mi recuerdo es que esta etapa la anduvimos juntos todo el camino, cosa que no es nada fácil. Sacábamos fotos y se hablaba mucho. Recuerdo un minúsculo cementerio que tenía un árbol lleno de flores, precioso y que nos impresionó. La etapa fue tranquila y afable; al final nos llovió un rato pero poco. Llegando a Palas no nos detuvimos en el albergue situado a la entrada del pueblo (pabellón de deportes, cafetería..) sino que seguimos hasta el municipal. Allí ya estaba nuestro querido Antonio, esperándonos. Las hospederas no eran especialmente simpáticas pero bueno. La habitación daba a la plaza principal y dormimos con el grupo de catalanes. Agradable. Por fin depuse mi actitud en el baño y nos fuimos a comer a “Terra Nostra”. Al igual que me ocurrió en el Cebreiro y a pesar de tantos años pasados (recuerdo que los últimos años anduve el camino del Norte) la mujer me recordó y fue un momento lindo, además que comimos maravillosamente, como siempre. Después dimos un paseo y Antonio se fue a descansar pues ya está mayor; sentados en la plaza con “zanahoria” y demás conocidos pasamos un rato muy agradable. Llegó Antonio y se puso muy feliz al ver que en la plaza encontramos un lugar donde había “cruzcampo”, su cerveza andaluza, y lo celebramos. De repente y poco a poco la plaza se fue llenando de peregrinos que sentados juntos hablamos y compartimos vida. Un pasote. Antonio y yo nos fuimos a Misa de ocho y compartimos la fe con otros peregrinos. Después recuerdo que empezó a diluviar y no tuvimos tiempo para mucho más que una frugal cena y a descansar.

19.04.11 De Palas a Melide. La etapa es corta aunque ha salido el día muy lluvioso. Desayunamos muchos al lado del albergue. Nuestro querido Antonio ya había salido hacía un rato pues él siempre sigue su ritmo para poder llegar sano y alegre a Santiago. Salimos juntos un buen grupo bajo una copiosa lluvia. Atrás han quedado los primeros días de andar solo y embebido en mis pensamientos. Como imaginaba, el paso de los días y el contacto  con la gente provoca nuevos enfoques y distintas perspectivas. La vida se comparte y suena estupenda su sinfonía… paramos  a ver una pequeña capilla, preciosa. La lluvia es fina y constante pero llegamos pronto a Melide y al encontrarnos con Antonio nos tomamos un café y elegimos el sitio para venir luego a zamparnos el famoso pulpo de Melide, una ciudad grande con una parte antigua que tiene su encanto. Esperamos un largo rato para poder entrar en el municipal pero al final conseguimos estar cerca unos de otros. Nos vamos a comer pulpo con una pareja mayor donde ella con una enfermedad de cáncer que empezaba a superar venía a dar gracias y coger fuerzas… Luego los tres, Antonio, Mari y yo nos vamos a comer un helado a pesar de la lluvia. Antonio descansa y yo acabo hablando un largo rato con el australiano, con el que quedo para andar al día siguiente y escuchar su vida y compartir las nuestras.. Bajo la intensa lluvia marcho después con el coreano y Mari a la Eucaristía. Cena sencilla y a dormir…pero hoy una mujer como nunca había escuchado en mi vida ronca de tal forma que apenas pude dormir. Alucinante.

20.04.11 De Melide a S. Irenea y mis amigos. Amaneció totalmente encapotado y de nuevo con lluvia. Como habíamos quedado el australiano y yo para andar, primero nos apretamos un lindo desayuno. Antonio ya había salido. A veces la lluvia era tenaz y se hacía difícil el andar y charlar a la vez pero caminamos juntos unas horas y descubrí a un hombre queriéndose reconciliar con sus seres queridos y consigo mismo después de una vida abrupta y llena de decisiones no muy acertadas, como él decía. En Arzua nos dejamos a nuestro aire y Simon el coreano, la Mari y yo nos juntamos a seguir caminando.

Simon es un tipo estupendo con una vida muy curiosa. Perteneciente a una familia cristiana de buena salud económica había decidido a sus treinta y dos años ser sacerdote, pero me dijo que la edad fue un escollo insalvable para que le permitieran estudiar y ordenarse. El caso es que al no poder realizar lo que deseaba, su familia le da dinero para recorrer durante un año entero Asia y Europa empezando su tour en Rusia en el mes de diciembre! Yo le conocí en abril y hace un par de semanas (finales de octubre) llegó a La India, pero al norte y no hemos podido vernos. Su experiencia por esta tierra no ha sido muy agradable. A final de año pisará su casa coreana. ¡Bendito Simon!

La vida de Mari también merece la pena ser contada aquí en un par de brochazos. Mujer con muchas inquietudes y con necesidad de encontrar sitio y gente donde celebrar la fe decide al término de su carrera irse dos años a Irlanda y de allí a Sudamérica en busca de su mejor sitio en el mundo. La tengo mucho cariño pues es de las pocas mujeres que me hace reir.

El tercero de quien quiero hablar es de Antonio, el sevillano. A sus cincuenta y cinco tacos  andaba la parte del Camino que no pudo recorrer años atrás al tener que volver a Sevilla por historias familiares. Desde entonces no se afeitó y parecía un bondadoso ermitaño, sencillo y solitario. Más tarde tuve el placer de conocer a su mujer e hija. Grande Antonio.

San Irenea es un pequeño albergue enclavado en medio de ningún sitio y lindo, muy lindo. Siguió lloviendo lo que quiso hasta el final del día pero no fue impedimento para pasar otra tarde extraordinaria de paseo, encuentros, iglesias y comida gallega.

21.04.11 Hacia el Monte del Gozo. (Jueves Santo). La noche en el albergue ha sido delirante. El madrí y el barsa volvían a jugar y buena parte de la peña, aunque llovía, se ha ido a ver el partido y tomarse unos refrescos. Desde Melide los caminos del norte, el francés y los del sur se hacen uno por lo que la afluencia de peregrinos es mayor, y a pesar que el albergue está en medio de nada se había llenado pronto. Algunos de los que fueron a ver el partido volvieron con un pedal inmenso, especialmente dos chicas gallegas! Gritos, cánticos y vomitonas… Una pareja de extranjeros ya con cierta edad se quejaba con toda la razón. Mi querido Antonio es un tronco y dormía plácidamente a pesar del follón. Mari, Simon y yo dormimos a ratos. Nos pusimos a andar en dirección al Monte del Gozo: Hoy Antonio ha hecho el camino con nosotros pues queríamos llegar los tres a la vez al monte. Nuestra idea es pasar aquí la noche y mañana pronto disfrutar del día en Santiago. Antes de los últimos kms nos paramos a comer algo. Estamos serenos y contentos. Cuando llegamos los tres al Gozo nos juntamos con el resto de amigos; momento estupendo de encuentro, fotos y despedidas ya que buena parte de ellos decide continuar hasta Santiago y regresar a sus casas mañana. Simon, Antonio, Mari y yo nos quedamos a disfrutar. Ducha caliente, paseo y una cervecita reparadora. Bueno, fueron dos porque llovía mucho y tuvimos que esperar. Por entonces ya habíamos conocido a un grupo de jóvenes que venían de Alcalá de Henares, salesianos, y que venían con un cura joven y encantador de organizador, y a sus padres de cocinera y logística. La Mari rápidamente se presentó y en nada de tiempo la madre y cocinera nos obsequió con un cocido que todavía al recordarlo lloro. Después celebramos horas más tarde el jueves santo en una de las habitaciones. Seríamos unos veintitantos; fue maravilloso, genial, diferente y único. Un regalo compartido.

22.04.11. SANTIAGO. Viernes Santo. Último día. Salimos del Monte de Gozo los tres pues Simon quería ir a su bola. El día es lluvioso de nuevo, muy lluvioso. No importa. Nos ponemos a caminar después de despedirnos del grupo de Alcalá. Nos recorre un sentimiento de felicidad, de paz, de nervios.  La Mari no tiene prisa por quedar con su chico que le está esperando, ya que quiere que entremos los tres juntos al Obradoiro y sentir el pálpito de un momento único, de nuevo único a pesar de las veces, diferente. La plaza se abre inmensa ante nosotros y nos abrazamos. Después Compostelana y a disfrutar de la Catedral, casi un par de horas que parecen minutos. Le doy gracias por todo el Camino, por mi vida y por los amigos y mi familia. Cuantos años esperando andar El Camino solo y con la gente que me encontrara. Lo repetiré. Es el momento de desayunar bien y nos vamos a ver a mi amigo Agustín, a “Paradise”. Me reconoce y nos abrazamos. Es un momento maravilloso, de lágrima y de felicidad. Empanada, tortilla, vino blanco. Nos separamos después, pues Mari va al encuentro de su chico y Antonio y yo buscamos un sitio para él. Yo regreso a Madrid esta noche. Logramos una cama en el Seminario Menor para Antonio y bajo la continua lluvia regresamos a Paradise pues hemos quedado todos allí para comer. Disfrutamos un montón y al término nos vamos a mi tienda favorita: camiseta, pendientes, recuerdos de Santiago. Ante la insistencia de mis amigos intento que me dejen celebrar el viernes santo vestido de sacerdote junto al obispo. Lo logré de casualidad pues ahora están estrictos y yo no tenía ningún carnet de presbítero. La celebración fue lo que necesitaba para terminar una semana diferente, algo que permanecerá latente como claridad en la sombra. Era viernes santo y allí estaba yo, en el Obradoiro tras una semana de encuentro con mis oscuridades y mis ganas de ser luz. Al término de la celebración nos recorrió un sentimiento de felicidad y tristeza. Había que decirse adiós y lo hicimos tomándonos el penúltimo refresco. Poco más tarde me encontraba andando hacia la estación de autobuses con un poco de tristeza pero con inmensa alegría y felicidad de la semana vivida y de la gente conocida, mucha, sobre todo de mis nuevos amigos Antonio y Mari. 

sábado, 26 de noviembre de 2011

EL CINE INDIO (segunda parte)

 El público occidental, acostumbrado a un cine muy distinto, a menudo desprecia el cine indio al que considera burdo, sentimental y poco realista. Pero hay que tener en cuenta que el lenguaje del cine indio es muy distinto al occidental y sus conversaciones son otras. Así como en una gran parte del cine occidental es casi imprescindible que se produzcan uno o varios asesinatos sin que a nadie le sorprenda tanta carnicería, en casi todas las películas indias hay música y baile. La historia es mucho menos realista, el ritmo narrativo es distinto, y la duración de la película rara vez baja de tres horas. Los personajes son estereotipados, a menudo ricos que viven en mansiones increíbles; los protagonistas son personas de absoluta integridad, en contraste con los malvados, normalmente mafiosos o políticos corruptos: con frecuencia hay una escena de hospital, con final trágico o no y un amigo gracioso. Son muy comunes el género romántico y, más recientemente, el género violento. El cine de Bollywood depende mucho de las grandes estrellas: una película que aspire a tener éxito debe contar con una o varias grandes figuras, que son pagadas a precios exorbitantes.



El cine que se hace en Bombay (llamado Bollywood en paralelismo con Hollywood) se hace en hindi, que es la lengua más común en todo el país. De hecho, este cine, junto con las canciones que incluye, ha contribuido a hacer del hindi una lengua comprendida en muchos estados donde el idioma es otro. La industria del cine hindi, que controla la mitad de la producción cinematográfica india, mueve muchísimo dinero (en parte también dinero negro) e impone sus reglas uniformadoras, ahogando a menudo el talento individual de muchos directores. Sin embargo, hay algunos cineastas que han logrado manifestar su creatividad. Asumiendo una parte de las convenciones, como los números musicales, cuentan temas de actualidad o históricos con más seriedad que en el pasado.



Fuera del cine comercial, se realizan también algunas películas “de autor”, con una distribución en general pobre. En Calcuta, una ciudad muy culta, surgieron dos cineastas de gran talento: Guru Dutt (1925-1964) y Satyajit Ray (1921-1992). Satyajit Ray, el más conocido de los dos, cineasta, escritor y músico, es conocido sobre todo por su famosa trilogía: Pather Panchali, Aparajito y Apu Sansar (1955-1959). El reconocimiento internacional de su obra (sobre todo en Francia) le permitió sobrevivir en un mundo donde prima la comercialidad. Últimamente Mira Nair, una mujer india que vive en el extranjero, ha realizado varias películas de tema indio que han tenido un cierto éxito en Occidente: Salaam Bombay (1988), La boda del monzón (2001). El cine hindi, por su parte, se debate entre una creciente hacia el erotismo y la violencia y algunos esfuerzos por hacer películas de calidad (Devda, Lagaan, etc..) Se realizan en los últimos años intentos por entrar en los circuitos occidentales, presentando películas a los Oscars, etc. Recíprocamente, se empiezan a doblar al hindi y otras lenguas algunos éxitos del cine occidental, sobre todo americano.



La época dorada del cine indio tuvo lugar en la década de 1950, en la que gran parte de las películas estaban basadas en obras literarias. Últimamente, y tras explorar muchas posibilidades de cine intrascendente y comercial, parece que una parte de la industria está volviendo a la idea de que la historia es el elemento más importante de la narración cinematográfica. Se vuelven así a utilizar novelas importantes para los guiones. Por ejemplo, la citada Devdas está basada en una novela del escritor bengalí Sarat Chandra Chattopadhyay y cuenta con una soberbia puesta en escena. También se han utilizado novelas y cuentos de R. K. Narayan y de Premchand (el cual trabajó durante un corto período en los años veinte como guionista de cine en Bombay) Recientemente se ha relanzado a las pantallas la película clásica Mughal-e-azam (1960), una superproducción sobre el Imperio Mogol, tras colorearla a través de ordenador.



Al contener prácticamente toda película india un gran número de canciones, esta música constituye una enorme industria en sí misma. La industria cinematográfica no sólo se nutre de los ingresos de taquilla, sino de la venta de bandas sonoras. Muchas de estas canciones se convierten en verdaderos clásicos, conocidas a lo largo y ancho del país. Entre los cantantes de películas, la persona más conocida es Lata Mangeshkar, una versátil cantante que empezó su carrera en 1949, ¡y aún sigue cantando!.



Sin embargo, y aunque la cinematografía india sea profundamente desconocida en los países occidentales, se exporta por gran parte del mundo: todo Oriente Medio, el norte de África, Rusia, Indonesia, etc. En muchos de estos países las películas indias cuentan con muchísimos espectadores, los actores y actrices indios son muy populares, e incluso sus canciones son tarareadas por miles de personas que no comprenden su letra. Así, la gran figura del cine indio Amitabh Bachchan, un verdadero ídolo en su país, es también muy popular en muchos otros países, y se estima que más de quinientos millones de personas han visto algunas de sus películas.



 [1] ENTERRÍA Álvaro, La India por dentro

martes, 22 de noviembre de 2011

Mi Camino de Santiago, Abril 2011, (primera parte)

Que el camino salga a tu encuentro,

Que el viento sople siempre a tus espaldas,

Que el sol brille cálido sobre tu cara,

Que la lluvia caiga suavemente sobre tus campos

Y, hasta que nos volvamos a encontrar,

que Dios te lleve en la palma de su mano.

                                                                                                             Bendición irlandesa, Camino 2011

El otro día nuestra querida Carmenma nos mandó a unos cuantos su experiencia del Camino de Santiago vivida el pasado verano y la comparaba con el camino hecho hace seis o siete años. Me encantó y emocionó. No pude evitar que mi mente viajara al pasado Abril cuando anduve El Camino durante ocho días. Entonces tomé notas durante los tres o cuatro primeros días hasta que dejé de tener tiempo largo para estar solo, o no quise tenerlo. He intentado recuperar algo de lo hecho y pensado con mi memoria de “calamar”. Son cosas simples, apenas hay reflexiones de gran calado y os podrá sonar casi hasta mera narración, pero para mí fue estupendo y así quise vivirlo. No había pensado en compartirlo pero al leer a Carmenma me dije que quizá consiga que algún amante del Camino esboce una sonrisa o pueda disfrutar su lectura por muy llana que parezca. Ahí va, a los amigos que caminamos juntos y a quien quiera caminar. “En la palma de su mano….”

13.04.11 Hoy empiezo El Camino. A las nueve y media me subo al autobús en Madrid y son las tres cuando llego a Ponferrada. Decido ponerme en camino hacia Villafranca. Ponferrada no es bonita y la salida del Camino es un horror; como recordaba, un polígono con bares y casa nuevas. Son unos cuatro o cinco kilómetros donde mis pies luchan con las botas, mi entrepierna (ingles) no sé cómo responderá, y me asalta la duda sobre la razón de mi  Camino, de las posibilidades de éxito y disfrute, si seré capaz. Son momentos duros, de inicio y tanteo, de mis demonios y mi buen espíritu. Al dejar Camponaraya recuerdo la subida pronunciada y al final el puentecito que cruza la autovía, y entonces los viñedos se abren ante mí provocando regocijo y tranquilidad, me siento bien; la tierra me ayuda y mis sensaciones cambian; llego a Cacabelos y disfruto de un vino con empanada en lo que antes era Prada a tope y ahora es una posada del Camino; me quedan algo más de ocho kilómetros. Cacabelos es precioso, con una calle principal que invita al deleite; hago unas fotos de iglesias y salgo del pueblo. Ahora toca una cuesta que los del pueblo llaman “matahombres” y va al margen de la carretera; es peligrosa y dura. Tras varios kilómetros nos echa a la derecha y de allí entre viñedos a un pueblo donde me dicen que quedan cuatro Kms. Se me hacen largos, ya voy cansado para el primer día pero estoy a gusto  y me siento muy bien. Al andar por la tarde no he visto a casi nadie. Por fin llego, son las siete de la tarde y he andado unas cuatro horas. Mis pies así-así pero enteros. En el albergue la mujer que atiende es maravillosa. Ahora vale seis euros. Bien. Me ducho con agua caliente y fría. Voy al pueblo: fotos de las iglesias, la Colegiata, paseo y caña. Me compro un par de tomates. El albergue es bonito, hay franceses, una coreana, alemanes, canadienses, polacos… hasta treinta y tantos en un miércoles. Después hablo un rato con la hospedera (Lola), que sigue igual de encantadora. Son casi las diez y creo que me voy a ir a la cama bien pronto pero alargo mi conversación con Lola hasta casi las once. Muy interesante, es bióloga y con más de treinta años practicando con medicina y plantas naturales. Sólo con lo que ha contado ya merece la pena haber hecho el viaje. Voy a dormir con los franceses y un australiano que ronca endemoniadamente…

14.04.11 Me levanto a las siete después de haberme despertado varias veces. Me encuentro bien. Hace frío por lo que me pongo la chaqueta. Después de un café y magdalena me pongo a andar. Hoy El Cebreiro. El comienzo son unos trece kms que se anda paralelo a la carretera. No hay gran misterio. Ayer éramos al final unos 35 en el albergue, pero había bastantes más en otro albergue que valía ocho euros y ofrecía más cosas. Aún así, no encuentro a mucha gente. A varios les paso y alguno me pasa; yo sigo a mi ritmo con mis pensamientos, dejándome llevar, conviviendo de nuevo con mis miedos del Camino y siendo capaz de disfrutar del sendero. Hoy son 30 kms y la subida al cebreiro no la recuerdo bien. Tampoco he cagado todavía. Veremos. Saco algunas fotos de ríos, paisajes e iglesias. Sólo paro un rato en Vega de Valcarce antes de la subida final. Sobre mis pies, hernias y entrepiernas voy teniendo distintas sensaciones pero que normalmente me dejan dedicarme a mis pensamientos. El día es caluroso, no mucho, pero al final sólo queda la camiseta. Los últimos cuatro kms se hacen interminables. Llego un poco más tarde de las dos y media, ducha, hablo con la hospedera y como donde siempre he comido cada vez que he venido (Maite). Mi primer caldo gallego, absolutamente divino. Vuelvo y hablo un poco con algunos compañeros de camino; luego leo El Médico durante una hora. La misa es a las siete así es que me voy a dar un paseo antes. Leo la lectura en la Eucaristía. Al término voy de nuevo donde Maite y me tomo una cañas mientras juego con su hija Patricia… ahora quizá lea un poco, pero hoy necesito irme a la cama antes que ayer. Mañana será más llevadero, a Triacastela. Soy feliz. No hago por relacionarme, voy solo. Aún así siempre hay gente a quien hablar y saludar, pero de momento, lo justo.

  15.04.11 Dormimos todos juntos y cantidad de peña ronca. A las seis y poco muchos están en danza; me levanto pronto y a las siete y media salgo; el día es precioso; coincido con algunos pero voy solo hasta el alto del Pollo; vaya cuesta! Allí café y magdalena. Al salir ando un buen rato con Esther, valenciana que vive en Menorca; es enfermera; cañera; después de una media hora sigo a mi ritmo porque he sentido que algo pasa en el pie derecho, un dedo. La bajada a Triacastela es una putada. Llego a las doce. Está cerrado, por lo que hasta la una hablo con unos coleguillas de Santiago que están haciendo un trabajo de campo y luego me tomo una caña con la pareja que coincidí al principio de la subida al Cebreiro. A la una regreso y desde entonces paso buena parte del día con Antonio, el sevillano, un hombre de cincuenta y cuatro años, muy majo; comemos juntos un homenaje de caldo gallego y pulpo a feira. Ya por la tarde leo mi libro de El Médico y después marcho al pueblo. A las siete celebramos la Eucaristía con Agustín; fantástica; alrededor del altar; traduje; todo en un ambiente delicioso. Después un par de cañas con Antonio, la chica tinerfeña, el australiano y el coreano. Regresamos al albergue y charlamos con los que han venido en bici. Me curo la uña que la perderé. Dormimos cuatro. Otro gran día.

16.04.11 Antonio el sevillano se ha levantado pronto como acostumbra. Antes de las siete ya se encontraba andando y yo empezaba a despertar. Mi saco es de verano y la noche ha sido fresca. He vuelto a despertarme varias veces, supongo que por los ronquidos o que sentí frío. Le di una patada a los hierros de la cama con la uña mala y he visto las estrellas. He comido el kiwi y me he protegido el dedo con una funda. Veremos.  A las ocho me tomo un café y las magdalenas. Sigo sin cagar después de tres días y también sin fumar. No sé que es peor. Camino solo y decido ir por San Xil que me pareció más bonito. Al poco me encuentro con la Canaria y los dos madrileños, padre e hijo, compañeros de posada de la canaria. Hablo un poco con ella y con el hijo sobre India, pero pronto se engancha el padre y nos vamos los dos. Al principio hablo yo pero no mucho. Es un tipo curioso, de Carabanchel que ahora vive en Móstoles, un currante algo cansado de la vida pero que disfruta de sus amigos y su tiempo los fines de semana: Viaja con su hijo, y su mujer les ha animado a los dos a hacer el Camino. Vamos juntos hasta casi Sarria, pero se para a esperar a su hijo y a la Canaria para decidir dónde dormirán. Yo, al municipal, como siempre que puedo. Llego a Sarria. La conversación con Deogracias resuena y espero verles de nuevo, pero quién sabe. He llegado antes de la una y me estoy tomando un par de cañas antes de que abran por lo que aprovecho para ir escribiendo. Luego sigo……. Retomo lo escrito un día y medio más tarde. Las cosas han ido cambiando. Entré en el municipal, saludé y ayudé a los franceses. Estoy solo en la esquina de la habitación. Llegó Mari. Deo y Daniel se fueron a una pensión, y Antonio que había llegado un poco antes que yo se ha largado a otra pensión. No importa, es el Camino y me gusta. Aún así nos juntamos muchos en cuanto podemos: los sevillanos, argentinos, valencianos… poco a poco mis días de soledad y tranquilidad dan paso a una relación afable, a veces juguetona. Me gusta. Quedamos sin cita en el bar y allí caen unas cervezas con Antonio, Dani y compañía. Al final Antonio marcha a la siesta. La Mari y yo paseamos por Sarria, primero al lado de la Iglesia donde nos sentamos y charlamos un buen rato; después con la señora a quien acompañamos hasta el Mercadona, para acabar yendo a la farmacia. Divertido. Más tarde vamos a La Eucaristía con el coreano, y allí conozco a la argentina-zanahoria. Nos juntamos a tomarnos una cerveza y acabamos siendo bastantes. Es sábado y juegan el madri y el barsa; me da igual. Cierra a las diez y ni me preocupa. Después de un caldo gallego y vino blanco me voy al albergue. Acabo rajando con La Mari, bajito, antes de irnos a la cama. 

domingo, 20 de noviembre de 2011

EL CINE INDIO (primera parte)

En el año 1895, los hermanos Lumiere hacen la primera exhibición de su invención: proyectan en París una corta película, La llegada del tren a la estación . Un año después, en 1896, la película es proyectada en Bombay. ¡Y en 1899, apenas tres años más tarde de esta proyección india, Harischandra Bhatvadekar hace la primera película india con una cámara comprada en Inglaterra!.

Los indios adoptaron el nuevo arte con una rapidez y entusiasmo sorprendentes. Un empresario abre la primera sala de cine en Calcuta en 1901, en 1910 tiene ya cuarenta, y pronto construiría su imperio por todo lo ancho del país. Desde 1900 hasta 1919 se ruedan veintidós películas de ficción, y ¡sólo en 1920 se ruedan veintisiete, que serían 207 en 1931! En 1937 se realiza la primera película en color, y un año más tarde la primera sonora. En 1945, dos años antes de la independencia, se crea la Film Division, un organismo oficial para la protección del cine.

Actualmente, La India, con un total de más de mil películas al año, es el primer productor cinematográfico mundial, superando a Estados Unidos. La industria se concentra en Bombay, Madrás y Calcuta, aunque Bombay está claramente a la cabeza. La mitad de la producción está ormada por películas en hindi, casi todas producidas en Bombay. El resto son películas en tamil, télugu, maláyalam, bengalí y otras lenguas regionales.

El cine es omnipresente en La India. Veremos carteles anunciando todo tipo de películas por todas partes; en el sur las pancartas alcanzan inmensas proporciones. El cine es también la primera industria musical, pues toda película que se precie, por serio que sea su tema, debe contener varias canciones. Los éxitos musicales recientes y antiguos se oyen por todo el país, desde los chiringuitos de té hasta le televisión. Los actores y actrices de cine, cuyas vidas y declaraciones se recogen en muchas revistas especializadas, son tratados como dioses; muchos de ellos aprovechan su fama para entrar en política. Últimamente, la competencia de la televisión, el vídeo y el DVD (todos los estrenos son inmediatamente pirateados) ha puesto en un aprieto a la industria, y por primera vez se cierran salas de cine; sin embargo, el cine indio busca nuevas salidas y parece capaz de superar la crisis.

¿Por qué han asumido los indios el cine como algo propio con tanta facilidad? La civilización india ha tenido siempre un fuerte y rico componente visual. Sus templos tienen una gran profusión de estatuas de dioses y seres de otros mundos, su arte es colorido e intenso, su mitología exuberante y abigarrada. Hasta hace poco (todavía se encuentran algunos), grupos ambulantes de actores y saltimbanquis recorrían todos los pueblos de La India haciendo representaciones donde se incluían todos los géneros: teatro mitológico y profano, narraciones, música, ilusionismo, acrobacias… El Mahabhárata y el Ramayana eran contados por narradores profesionales con la ayuda de dibujos explicativos y canciones. El cine parece haber entroncado directamente con esta enraizada tradición.

Por otra parte, el concepto de maya está fuertemente implantado en la cultura india. Maya es la apariencia del mundo, la multiplicidad desbordante que atrapa al hombre pero cuya realidad profunda se encuentra sólo en la unidad, en Dios. Para los hindúes, el mundo tal  como lo vemos es una apariencia multiforme cuya realidad es mucho menos profunda que la que Occidente le reconoce. El cine es así el reino de maya : todas las formas de este mundo, todo lo que la vida puede ofrecer, la alegría y el dolor de los hombres, todo sucede sin cesar en un torbellino que oscila entre la realidad y la irrealidad. El cine indio no se preocupa pues de ser realista, pues la “realidad” es últimamente tan falsa como todo lo demás. Al igual que la mitología, el cine indio es exuberante y abigarrado, demasiado excesivo para el moderado y sobrio gusto occidental.

Según Phalke, el gran pionero del cine en la India, se trataba de hacer “un cine indio para un público indio”. En un país en gran parte analfabeto pero conocedor de su cultura, se hicieron en un principio gran cantidad de películas de tema mitológico, cuyos caracteres todos reconocían sin problemas. Phalke empezó la serie en 1913 con la famosa Raja Harischandra , basad en un episodio del Mahabhárata. Las películas mitológicas se han dejado ya prácticamente de hacer, pero aún son muy populares las series para la televisión de tema mitológico, en las que aparecen dioses y personajes míticos en medio de espectaculares efectos especiales. Poco a poco se fueron introduciendo temas sociales, presentando en forma melodramática los conflictos que se producían entre una sociedad con estrictas normas tradicionales y un mundo moderno que exigía otros comportamientos. El mundo cinematográfico indio se construyó a sí mismo con un lenguaje propio y para su propia audiencia, sin fijarse en el cine occidental, muy lejano de sus necesidades y gustos.

En palabras de la antigua actriz de cine Smita Patel: “la mayor parte de la audiencia para una película normal en hindi es gente de clase media o media-baja. Pero todavía más importante que ellos son los que están por debajo del umbral de pobreza. Es muy extraño, pero la mayoría de la gente que hace trabajos humildes, e incluso los mendigos, ahorran dinero para ver los estrenos… Puedes ver de todo en una película de tres horas. Ves canciones y bailes fantásticos y hermosas chicas vestidas con ropa que los espectadores nunca soñarían con ponerse. Es un cine basado en la fantasía. Hay peleas y violencia, hay sexo, hay de todo. Entras en el cine y durante tres horas te evades, fuera de la monotonía de la vida cotidiana.” Y el productor Baldev Raj Chopra: “ya sé que hacemos musicales… Se mezcla la música y el baile en proporción matemática. Una película hindi es como una caldera: un poco de historia, un poco de música y baile, un poco de peleas. De hecho el guión es secundario. Con la excusa de la historia se meten canciones y bailes, se colocan unas cuantas peleas y sobre todo se hace que el chico y la chica se encuentren unas cuantas veces”. Una vez un amigo mí me dijo que no le gustaba el cine occidental: para ver un mundo realista ya tenía el mundo normal. El cine indio fabrica sueños.                           Jesús Baena



[i] ENTERRÍA Álvaro, La India por dentro

domingo, 30 de octubre de 2011

Los festivales

La India está plagada de fiestas religiosas, algunas son celebradas a lo largo y ancho del país, y otras se limitan a uno o varios estados. En otras ocasiones la fiesta implica a todo el mundo pero la intensidad varía. Hace un par de semanas toda La India celebró la fiesta de la diosa Durga que representa el símbolo del poder y el triunfo del bien sobre el mal. La fiesta se alarga durante nueve días, aunque es especialmente importante en el este del país, y creo que en buena parte del país no se tiene clase durante nueve días incluyendo dos fines de semana, por lo que se queda en una semana de clase, si bien hay que recordar que aquí también se asiste a clase los sábados, tanto colegios como universidades.

 En general, todas las fiestas transcurren por parecidos rituales: ofrendas de flores a la diosa o dios de turno, frutas o frutos secos y dinero. (Como anécdota, leí que si el dinero gastado por los indios en esta fiesta se utilizara en alimentación, el problema de los millones de pobres de hambre se solucionaría por un tiempo; pero entonces no sería La India, obviamente. Además, de estas comparaciones estamos “cansados” de leer en el mundo occidental con el dinero invertido en armamento, por ejemplo…) Todo es recreado con cantos tipo cánones, recitaciones de algún pasaje del Maharabata o del dios que toque y que se acaba mezclando con el ruido que provoca el bullicio de miles de personas en una fiesta de colores realmente bella. Los templos suelen ser pequeños, si bien es cierto que las fiestas que podríamos denominar mayores tienen su epicentro en templos enormes donde gente venida de todas las partes de La India se hacina durante días mientras rezan y piden fertilidad en sus familias, en sus campos y negocios. En estos templos el maremágnum de personas es escandaloso, y uno se puede encontrar desde gente muy piadosa a otros tantos que van a disfrutar, beber y a ver si pillan alguien con quien acostarse. Mis viajes en tren han sido en varias ocasiones testigo de lo que escribo con gente que me lo ha contado…

La religión católica no se muestra ajena a este tipo de fiestas, especialmente aquellas referidas a la virgen María. El sur de La India tiene cantidad de ciudades con santuarios dedicados a la Virgen, y son enormes. En algunos de ellos un día a la semana el santuario se abarrota de fieles para el rezo del rosario o de la misa. Hay que verlo, en serio. Y cuando llega los días de la fiesta grande del santuario en cuestión, las riadas de miles de personas son increíbles, absolutamente alucinante. Y es que la devoción a la virgen es brutal, mucho mayor que a la figura de Jesucristo. La razón, después de preguntar a bastante gente, es sencilla, y es que los indios adoran mucho más a las diosas que a los dioses por lo que la figura de la virgen se alza sobre otro tipo de santos o de Jesucristo, aunque en el sur de La India San Francisco Javier (Goa), Santo Tomás en Chenai y San Antonio de Padua tienen muchos fieles, además de la devoción al sagrado Corazón de Jesús.

El miércoles pasado celebramos en toda La India la gran fiesta de Diwali o la fiesta de las luces; es una de las más importantes sino la más, y en el norte se celebra a lo bestia con miles de petardos y tracas. La fiesta celebra el retorno triunfal de Rama y Sita a Ayodhya, cuando el pueblo los acogió jubilante encendiendo luces. También es una fiesta en honor de Laxmi, la diosa de la abundancia. Las casas se limpian y pintan para que Laxmi las visite, y se encienden lamparillas que se colocan en los umbrales de las puertas de las habitaciones y en los balcones y terrazas. Hoy lo que más se usa son filas de lamparillas eléctricas, además de la gran cantidad de petardos, cohetes y fuegos artificiales que dije antes. He leído que tradicionalmente, los comerciantes empezaban este día los nuevos libros de cuentas, y que normalmente se hace la “puja” (oración) a los instrumentos de trabajo como arados, herramientas… También hay mucha gente que juega a juegos de azar, algo muy extendido, sobre todo en los poblados. Al igual que ocurre con nuestra Navidad, Diwali ha sufrido una gran comercialización.

Amigos, los festivales de La India son innumerables, pues toda comunidad necesita de unas celebraciones colectivas que la cimienten y unan. Los festivales marcan un ciclo anual, aunando el significado religioso con la diversión y la ruptura con la vida normal. En La India en doce meses hay trece grandes celebraciones sin contar los festivales menores y las variedades regionales. Así es que imaginar!. Al igual que nuestra Semana Santa se determina por el calendario lunar o “panchang”.

No recuerdo si lo escribí alguna vez pero La India reconoce y recoge en su calendario laboral dos fiestas cristianas, Navidad y el Viernes Santo, nacimiento y muerte de Jesús. Me resulta curioso pues como suele pasar en muchas de nuestras iglesias la fiesta de la resurrección parece pasar a un segundo plano a favor de la necesaria pero no razón de vida, la muerte.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Suerte, astros y vida

Desde que empecé a ir a Katlampudi, algo más que un poblado dominical, tres han sido los estudiantes que me han acompañado y que hacen el trabajo más pesado de traducirme y de las homilías. Con los tres he tenido mucha suerte pues son encantadores.
El primero fue Deva; él no es religioso dehoniano pero vivió en nuestra casa durante tres años mientras estudiaba teología pues su congregación estaba naciendo y no tenían sitios propios. Hace una semana apareció por aquí (no lo había vuelto a ver desde que se fue el pasado noviembre) y me dio una inmensa alegría. En un par de meses se ordenará diácono y allá por febrero presbítero. Será en Nueva Delhi y espero ir.
El segundo fue Anil, al que apodé “blacky”. El primer año fui su formador, así es que nos conocíamos bien y nos apreciamos. No es que tuviera muchas dotes para el canto, la catequesis o las homilías, aunque no lo hacía mal, pero siempre tratábamos de hacer lo mejor posible. El año pasado resultó ser duro para él y vivió su particular crisis que le llevó a pedir un año de permiso fuera, mientras trabajaba. A día de hoy mantiene muy buen contacto con nuestras casas y será bastante probable que vuelva. Me alegra un montón. De hecho hace una semana me encontraba en la casa de Nambur sustituyendo al maestro de postulantes durante diez días y Anil se pasó a verme. Charlamos un buen rato y creo que su experiencia de un año fuera trabajando le está viniendo muy bien pues según sus palabras la vida fuera de los muros del convento no es tan llamativa como parece pero tampoco tan dura si uno sólo desea vivir normalito sin grandes pretensiones. Además, ha entendido las muchas posibilidades que uno tiene de hacer diferentes cosas cuando se vive la vida religiosa con normalidad y como consecuencia ha entendido lo mucho que perdemos el tiempo en ocasiones y cómo nos desgastamos en quejas baratas. Por otra parte, no le faltan oportunidades de disfrutar de su escaso tiempo libre y me cuenta sin ahorrarse mucho detalle las enormes diferencias que existen en La India entre los que viven en las ciudades y los que viven en el campo, y como se asemejan mucho las vidas de los jóvenes de occidente y la de muchos indios y también asiáticos que viven en las grandes ciudades.
El tercero es Mariannand o Anan, o potbelly como me gusta llamarle. También fui su formador mi primer año y nuestra relación es excelente. Sus dotes para el canto, la catequesis y dar homilías son magníficas por lo que me siento doblemente afortunado. La pena es que acaba su periplo estudiantil en noviembre y me quedo sin él. Ya lo sabía, así es que trato de que disfrutemos lo más que podamos. Además desde ayer domingo veintiséis de septiembre ya no voy más a celebrar por la mañana temprano a un poblado cerca de nuestra parroquia en Vempadu, debido a la presencia de un nuevo religioso en la comunidad que ha sido ordenado hace mes y medio y que trabaja de ayudante del párroco. Es un tipo estupendo que ha vivido los dos últimos años en Argentina y con el que hablo en castellano para que no pierda lo aprendido. Bueno, a lo que iba, que ahora podemos ir a Katlampudi mucho más pronto y visitar familias, limpiar alrededor de la capilla, ensayo de canto, catequesis y más cosas con todo el tiempo del mundo. El Domingo que viene nos iremos de excursión a un santuario de la virgen que está a una hora y pico en autorickshaw y están todos muy contentos pues lo llevamos preparando ya tiempo y no creáis que es fácil organizar y poner de acuerdo a esta gente. Iremos unos treinta.
El hermano de éste último, Anan, iba a casarse el seis de octubre, pero la boda ha sido pospuesta, de nuevo. Y digo de nuevo porque anteriormente ya se había pospuesto otras dos veces. Cuento esto porque me parece interesante el hecho y las razones, sobre todo las razones. Las dos primeras veces la boda fue pospuesta porque los astros no eran favorables, y esta tercera porque ahora se ha descubierto que la familia de la novia no ha podido reunir todavía el dinero de la dote según su clase social. En esta ocasión el montante llega a dos laks, es decir, unos tres mil euros. Así es que ya veis, pueblos y familias que por tradición o por algún misionero se convirtieron hace ya décadas al cristianismo pero que en momentos clave de la vida siguen también las directrices hindúes no vaya a ser que si ocurre alguna desgracia, la gente comente que no se hicieron bien las cosas…… Lo de la dote es cultural y para mí uno de los más grandes impedimentos de que La India no se desarrolle mejor y por supuesto una de las injusticias más indignantes de este precioso país.
Por cierto, como parece que todavía hay gente que mira el blog a ver si he escrito algo, lo cual es admirable, me fuerza a decir que sí, que me corté el pelo el sábado pasado, no al uno pero bastante. Cosas que pasan. Supongo que ahora tocan años de llevarlo cortito. La vida.

lunes, 19 de septiembre de 2011

sin cometa

Ya eran pasadas las siete y media de la mañana, hora en que debería empezar la Eucaristía dominical y todavía no había llegado nadie a excepción de un par de personas en el poblado al que durante los tres últimos meses he estado yendo para ayudar al párroco de Vempadu. Mientras hacía tiempo, miraba tras la pequeña ventana a una mujer que vive al lado de la capilla y que es protestante según he sabido. La mujer lavaba afanosamente su ropa como imagino se lleva lavando desde hace décadas, quizá siglos, golpeando contra una gran y lisa roca una especie de falda que las mujeres se ponen debajo del sari. Era de color violeta, y allí estaba yo absorto y pensando que hasta hace cuatro meses lavaba mi ropa a mano. Después cuando termino la celebración vuelvo rápido a casa y recojo a Anand para marcharnos a Katlampudi, el poblado donde celebro desde hace año y nueve meses y todavía sigo siendo feliz. Allí también se puede ver a las mujeres lavar sus ropas en el margen del río en unas aguas sucias y llenas de basura alrededor. Otras tantas mujeres están trabajando en el campo por lo que durante los meses de julio, agosto y parte de septiembre hay muchos domingos que no vienen a la Eucaristía. Ya sabemos que el campo y los animales no saben de fin de semana.
A mediados de agosto once de nuestros religiosos fueron ordenados sacerdotes. Una pasada, aunque tardaremos un tiempo en volver a celebrar más ordenaciones. Uno de ellos ha sido destinado aquí, a Eluru como ayudante del párroco de Vempadu, que también vive en esta casa, por lo que ahora somos cinco en la comunidad, los dos párrocos, Aji y Jojjappa, el padre Thomas Stanley, irlandés septuagenario que hace labores de acompañante espiritual, Sunil y yo. Sólo Sunil yo nos dedicamos a la formación de los catorce escolásticos y nos sobra. La vida ha cambiado bastante, es más tranquila y sosegada a pesar que ahora tenga algo más de trabajo al estar dos, y sin embargo no hay nada como irse encontrando uno feliz y a gusto con la vida que lleva. He empezado a estudiar algo del hindi; mi intención es aprender a leerlo y ya veremos con el tiempo si logro hacer algo más. En breve, de hecho ya debería haberme movido, llamaré a Banergi, el hombre que me ha ayudado a registrarme en la oficina de policía y espero que lo haga también ahora para conseguir la extensión del visado aquí en La India.
Ya dije que he dejado de fumar. Lo siguiente va a ser cortarme el pelo al uno. Será el próximo sábado, ya está decidido. Adiós a veintidós años de pelo largo y medio largo, y que ahora se estaba convirtiendo en cuatro pelos. La India tiene estas cosas pero ahora no me importa. Saludos.

martes, 13 de septiembre de 2011

dejandodeecharhumo

Después de meses sin colgar un solo artículo me despacho hoy con dos, pero éste último muy breve. Es que me he acordado que hoy trece de septiembre hace cinco meses que dejé de fumar, justo en el instante en que poco antes de las nueve de la mañana me subía al autobús con dirección a Ponferrada para celebrar la Semana Santa andando hacia Santiago. Nunca pensé que abandonaría el tabaco pues la verdad es que no me apetecía, pero estando en Filipinas, un día, era tal la humedad que al fumar me asfixiaba. Lo recordé de camino al autobús y me dije que quizá era el momento adecuado. De momento parece que acerté. Además, el indonesio que ha vivido conmigo los dos últimos años y con el que solía fumar sin tregua tuvo que salir corriendo del país por las historias del visado y le será casi imposible volver. Una auténtica pena, aunque eso también me ha ayudado para seguir sin fumar.
Desde que regresé a La India, el nueve de Junio, justo en mi décimo aniversario como presbítero, ya han pasado tres meses, y lo han hecho muy rápido. Y lo mejor, feliz, de veras.

Saludos

Siempre que voy a España acabo encontrándome a personas que apenas conozco y me dicen que siguen mis andanzas a través del blog que abrí nada más llegar aquí. A estas personas son las que más siento el haber dejado de escribir en el blog. La última vez que colgué un artículo no recuerdo ni cuando fue, aunque si me acuerdo que poco antes de marchar hacia Filipinas a comienzos de marzo borré cantidad de artículos que podían ser usados por la embajada para cerrar definitivamente mi tiempo en La India. La verdad es que fue una estupidez porque las veces en la embajada me han demostrado que responden más a según se hayan levantado que por otros motivos, o eso al menos es mi experiencia en estos dos años y medio.
De todas las maneras no me importa haber quitado del blog tantos artículos contando tan tristemente mis días en Eluru. He necesitado que pasara el año y estar viviendo otra situación distinta para darme cuenta de lo infeliz que ha sido mi vida y la de los estudiantes de teología el año pasado. No voy a relatar lo sucedido pues no tiene sentido, pero yo que suelo tropezar bastantes veces en la misma piedra, no sé cómo respondería si volviera a pasar por la misma situación.
Mi experiencia de Filipinas durante tres semanas en el mes de marzo fue otro regalo que la congregación me hizo y con él la posibilidad cierta de un posible destino si la puerta india se cerrara algún día. A diferencia de Indonesia el distrito de filipinas sí que está necesitado de religiosos y si son para trabajar como formadores, mucho mejor. Quisiera aclarar que en Indonesia también verían con muy buenos ojos mi llegada pero siendo sincero, ellos están realmente servidos por sus propios religiosos.
De Filipinas colgué en el facebook bastantes fotos. Me trataron estupendamente, me enseñaron en qué podría trabajar y nunca escondieron sus limitaciones o problemas de convivencia. Allí estamos personas de Brasil, Polonia, Argentina, Indonesia y algunos filipinos. Además, muchos de los estudiantes son de Vietnam, y su convivencia con los estudiantes de filipinas hace de la casa del teologado una mezcla preciosa y muy enriquecedora debido en buena parte a las dificultades por las que deben pasar los vietnamitas para llegar a ser religiosos y que en mi opinión les da un plus en su forma de vivir la vida comunitaria y religiosa. Grande Filipinas.
Los otros dos meses hasta que regresé a La India los pasé en España. Al poco de llegar me fui a hacer El Camino durante la Semana Santa, justo antes de la operación de la hernia. El Camino fue el regalo que me hice y que tanto deseaba realizar. Maravilloso. Luego la operación, recuperarme y empecé a viajar por casi todas nuestras casas hablando a la gente y a los alumnos de La India, amén de las bodas y bautizos en Novelda, Madrid, Huelva y Salamanca. He disfrutado mucho y me vino muy bien.
De nuevo he conseguido un visado por seis meses. En esta ocasión me dieron bastante la paliza preguntándome sobre el trabajo que realizo, si recibo dinero, el contrato y esos rollos. Por suerte había leído bien todo lo que viene en la página de la embajada y ya dejé claro mi trabajo como voluntario social no remunerado y sí alimentado. Como regalo final me dieron sólo seis meses y además me obligan a registrarme en la oficina de policía de Eluru en un plazo de dos semanas después de aterrizar.
Pero eso lo dejo para el siguiente post. Saludos.

viernes, 4 de febrero de 2011

¡Y ME LA QUERÍA PERDER!

Recuerdo haber visto Amèlie cuando se estrenó hará unos diez años, y el sabor de boca que su recuerdo me traía era insípido, casi molesto. Me traje la peli en septiembre pero algo me echaba hacia atrás y me decía que semejante pastelada no merecía la pena un nuevo visionado. Pero ayer internet tenía uno de sus muchos días de absoluta desesperación, y cansado de estudiar telugu y de preparar un power-point decidí verla, sin más. Su inicio me transporta por un momento al de Magnolia…

Amèlie es fruto de la educación de unos padres franceses. Él, un médico que suponemos presta toda la atención del mundo a sus pacientes pero que a su hija la tiene abandonada o simplemente la ausculta anualmente y que resulta ser su mayor muestra de cariño. Ella, una madre neurótica que ve enfermedades en su hija cuando son sólo cosas de niños pequeños. Con esta premisa la peli me predispone en su contra pues creo que lo que venga después será consecuencia de una educación absolutamente desquiciada que ha mantenido a Amèlie apenas sin contacto con el mundo exterior hasta que se hace mayor. Aún así, hasta entonces habría ya más que sonreído con un par de frikadas y comentarios como la muerte de la madre o las absurdeces de su imaginación desbordada en la cual Amèlie se había refugiado.

Y en plena batalla me encuentro cuando ya tenemos a Amèlie independizada y trabajando en un café tras veinte minutos de peli, y entonces el desfile de frikis aparece en escena. Mas ya por entonces hay algo que queda claro y que me gusta: Amèlie tiene el gusto por las cosas pequeñas; y es ese discreto encanto de las cosas pequeñas lo que va a cambiar su mundo y que será cuando descubra la caja con juguetes escondida en el baño por el niño que habitó treinta años atrás la casa donde ahora ella vive. Ha llegado el momento de salir de si misma y descubrir su vocación: ”si el dueño de la cajita se enternece, ella se dedicará a enderezar la vida de los demás, a hacerles más felices, a ayudar a la humanidad”. Y lo que más me empieza a gustar: ayuda a los más cercanos, los habitantes de su edificio y de su entorno, a la gente del barrio; sí, a esa colección de “frikis”, de raros, de marginados también; sí, a los hipocondriacos, a los celosos, a los alcohólicos, al anciano solitario, al pacífico despreciado. Y me sigue gustando que es también capaz de usar métodos poco ortodoxos para enderezar al tozudo, al malhumorado e injusto.

Como final a esta bella fábula de marcado altruismo, Amèlie descubrirá que al salir de su mundo queda expuesta y vulnerable, por lo que cuando Nino, su media naranja, toque su corazón y la enamore, le hará ver que ella es como los demás, que también necesita ser ayudada, que también necesita afecto y cariño. Será su vecino, el anciano y solitario hombre de cristal, pintor de un solo cuadro mil veces repetido, quien le empuje a tomar el riesgo. El riesgo de ser amada.

Amélie, preciosa fábula sobre la inocencia, la poesía y la solidaridad, frente a la sofisticación, la vulgaridad y el egoísmo de la cultura actual. Como dicen muchos jóvenes: “Amèlie, no cambies nunca”. Lo dicho, preciosa fábula.

HUMANIDAD Y FE (si me sucediera que un día…)

Leo al final de una sinopsis: “¿Qué podemos esperar de esta película? Mensaje religioso en el ambiente y basada en hechos reales. O un aburrimiento, o toda una revelación…
Y zas! Señores, aquí les presento un pelotazo, un acontecimiento sobresaliente que ha provocado el entusiasmo del público y de la opinión generalizada de críticos, ya sean creyentes o puros agnósticos. Y sería tema de un estudio serio y sosegado el hecho de que viviendo como estamos en tiempos esencialmente descreídos, emerja la necesidad por un cine religioso o por lo menos, por un cine que aborde frontalmente el tema de la espiritualidad.

No es algo nuevo; hace unos años el documental El gran silencio cosechó un éxito impensado, y hace bien poco la película La última cima se convirtió en todo un fenómeno subterráneo en la cartelera española. Además, en el día que empiezo a escribir estas líneas se estrena, al menos en las grandes ciudades de nuestro país, Thérèse, peli francesa sobre Teresa de Lisieux y que es del año ochenta y seis. Algo está pasando y es algo bueno. Por fin se están realizando extraordinarias películas religiosas para ser vistas por todo tipo de creencias y pensamientos sin caer en lo ridículo o en lo melifluo, sin ninguna necesidad de vender lo que en muchas ocasiones no somos, sino al contrario exponiendo con transparencia y veracidad aquello que sí somos y creemos, con nuestras equivocaciones y aciertos, con nuestras luchas internas y deseos, con nuestra humanidad y nuestra fe.

De dioses y hombres está protagonizada por monjes que no pertenecen a la ficción, sino que son bien humanos y reales. Eran franceses y vivían al norte de África en las montañas de Argelia. Son monjes cistercienses y corre el año mil novecientos noventa y seis, apenas quince años. Desean estar en paz consigo mismos y con el mundo, y a pesar de su escasez ayudan en todo lo que pueden, material y espiritualmente a la comunidad rural que rodea su monasterio. Su compromiso con el Islam es sincero y su preocupación por la comunidad rural es conmovedora. No hay apología ni comedura de tarro, hay solidaridad. La vida diaria de los monjes es mostrada con cariño y al detalle: el argumento fluye tranquilo entre las consultas al hermano médico, el cuidado del jardín y la administración de la casa. Aunque es en el superior en quien se centra el drama, todos los hermanos tienen un papel relevante en esta inmensa película, donde todos los conflictos que se van produciendo, tanto internos como externos al monasterio son tratados con cuidado y lleno de matices.

Aunque golpea directo en uno de los temas contemporáneos más candentes como es la relación entre el Islam y el post-colonialismo europeo, De dioses y hombres evita el sensacionalismo y los mensajes simplistas; incluso el terrorista islámico es escuchado, demostrando que en lugar de infligir daño, es capaz de un generoso y sincero comportamiento. Pero no todos son así, y al final estos personajes ejemplares son exterminados por la barbarie fundamentalista y el odio ciego al extranjero que practican los ortodoxos salvapatrias. No está absolutamente clara la identidad de sus asesinos, pero eso quizá ya de igual.

Hay más; a pesar de la atmósfera de violencia, la peli huye de mostrar el horror y se fija en el impacto emocional y en las consecuencias sociales. Y al llegar al punto en el que ven sus vidas realmente pendientes de un hilo uno no puede dejar de maravillarse ante su muy humana condición negándose a aceptar el martirio y su miedo a quedarse en Argelia, para dar paso a la convicción de que estarán traicionando sus principios si huyen a Francia, a sus contradicciones y su coraje, sus ganas de vivir y la sospecha de que se está acercando el horror, y la profunda democracia a la hora de tomar decisiones.

No hay trampas, repito. Todo es muy humano y muy espiritual, todo es creíble, todo es profundamente conmovedor y entrañable. Y tan es así que me gustaría regalaros los últimos cinco minutos de su guión, momento en el que usando la voz en off, el abad, de camino al martirio, pronuncia:

“Si me sucediera que un día, y ese día podría ser hoy, fuese víctima del terrorismo que parece abarcar en este momento a todos los extranjeros que vivimos aquí, quisiera que mi comunidad, mi iglesia, mi familia, recuerden que mi vida estaba entregada a Dios y a este país; que ellos acepten que el único maestro de toda vida no podía permanecer ajeno a esta partida brutal. Y para asociar esta muerte a la de tantas otras, tan violentas y abandonadas a la indiferencia del olvido. He vivido lo suficiente como para saberme cómplice del mal que parece, desgraciadamente, prevalecer en el mundo; e incluso del que podría golpearme ciegamente. Yo no podría desear una muerte semejante.

No veo como podría alegrarme de que este pueblo al que amo sea acusado sin distinción de mi asesinato. Conozco el desprecio con el que se ha podido rodear a los habitantes de este país, tomados globalmente. Conozco también las caricaturas del Islam fomentados por un cierto islamismo. Este país y el islam son otra cosa. Son un cuerpo y un alma. Mi muerte, evidentemente, parecerá dar la razón a los que me han tratado a la ligera de ingenuo o de idealista. Pero éstos deben saber que por fin seré liberado de mi más punzante curiosidad, y podré, si Dios así lo quiere, hundir mi mirada en la del Padre y contemplar con Él a sus hijos del islam, tal como Él los ve.En este gracias en el que está todo dicho desde ahora sobre mi vida, os incluyo por supuesto a amigos de ayer y de hoy; y a ti también, amigo del último instante, que no has sabido lo que hacías. Sí, para ti también quiero este gracias y este a-diós en cuyo rostro te contemplo. Y que nos sea concedido re-encontrarnos, como ladrones felices en el paraíso, si así lo quiere Dios. Padre nuestro, tuyo y mío. Amén.” Inchallam. Vete a verla, ya!

SI FUERA TODO TAN FÁCIL

Después de varios intentos frustrados por descargar y ver on line la películas “De dioses y hombres” y “Camino a la libertad”, y sin apetecerme el ver algo ya grabado o más antiguo, acabé clicando la de ”Amor y otras drogas” imaginando que como ya es habitual internet no duraría más de un rato, como para unos veinte o treinta minutos de peli (unas tres horas de descarga) mientras escribía en telugu las oraciones del siguiente domingo y practicaba un poco de lectura. Esta vez tardó bastantes horas pero se descargó on line entera.

No voy a desvelar mi inclinación hacia Anne Hathaway porque está descubierta hace ya tiempo. Dos días atrás leí que ha sido contratada, creo que ya definitivamente por Nolan para la nueva entrega de Batman en la que hará de catwoman, lo que me hace muy feliz. Sus papeles se mueven por lo comercial o infantil haciendo de princesa o agente secreto, hasta otros más complejos e interesantes como al vestirse de Prada, o sobre todo en la piel de una drogadicta que busca luz para sus remordimientos de culpa (la boda de Raquel).

Amor y otras drogas logró por poco ser el filme más visto el fin de semana de su estreno en tierra cañí gracias a su intervención y a la de Jake Gyllenhaal, suficiente atractivo si se vende bien el producto. Y sin embargo, no sé si será que ya la aparente recatada sociedad india, en lo que a sexo se refiere, ha calado en mí, pero no me parece una peli inocente ni para menores, pues a la alegría que supone ver durante la primera mitad de la peli a la pareja en bolas (a ella me refiero por mí, a él por quien le guste Gyllenhaal) y perdón por la expresión pero es así, echando polvos, emerge a la vez un mensaje que merece la pena hablar sobre él.

Gyllenhaal es un vendedor farmacéutico que cuando la viagra entra en el mercado las cosas empiezan a sonreírle y a ganar dinero gracias a su capacidad para engatusar a las enfermeras y convencer a los médicos de sus productos. Es un tipo que disfruta enredado en sus líos amorosos, o mejor dicho, en sus aventuras con sexo. Hathaway es artista, un espíritu libre que no se complica la vida y que rechaza el compromiso. La solución parece fácil pues desde su primer encuentro queda claro lo que cada uno quiere. Pero la realidad no es tan fácil cuando más cosas entran en juego.

En primer lugar una relación que se basa en continuos y activos encuentros sexuales acaban, en muchas ocasiones, tomando derroteros inesperados o distintos en la pareja. Por otra parte, detrás de ese espíritu libre se esconde una mujer herida y que arrastra la enfermedad de Parkinson en su primer grado pero que avanza sin freno. Ninguno de los dos desea amar y comprometerse pues su unión es difícil llevarlo a cabo sin riesgo a quedar herido.

Y dicho esto, todavía no tengo claro si el director pretendía regalarnos un drama con tintes cómicos, una comedia con tintes dramáticos, o una mezcla de las dos cosas. Además, otros temas interesantes son vertidos como consecuencia de sus vidas y su relación, como los conflictos éticos en las relaciones románticas, el mercantilismo nada profesional en el competitivo mundo la medicina y opiáceos, y la desgana humana para hacer frente a las relaciones profundas. Todo ello contribuye a un maremágnum de frentes abiertos en los que me parece que el director nunca termina por decidirse qué quiere decirnos. Es como si intentara transmitir que el sexo vence a todo pues nos llevará al amor genuino, pero no está convencido del todo y fracasa en el intento. Sin embargo, las actuaciones de los dos protagonistas me han gustado, sobre todo creo que han sabido captar todos los matices de una relación que es difícil y que combina algo de humor negro, carencia de ropa y dramatismo en un guión pretencioso.En fin, que la peli entretiene pero que hubiese ganado muchos más enteros si hubiera profundizado en la vulnerabilidad que palpita tras la fachada de estos dos personajes, por lo que el resultado final es de cierta insatisfacción por una peli que tenía mucho más potencial del que finalmente nos da. Una pena.

sábado, 22 de enero de 2011

WATER de Deepa Metha.

The film Water of Indian director DEEPA MEHTA, is an intimate, tender and hard story on the banks of the Ganges river, marked by the presence of the Hindu widows who live recruited and with all kinds of deprivations.
In the year 2000, after obtaining all the necessary permissions and the approval of the script on the part of the government of India, the actors and the equipment engineer traveled to Varanasi to begin the Water running. Two days after began to roll, violent protests were carried out by fundamentalists.
The film was pointed to go against the Hindu religion, the scenery was destroyed and thrown to the river, and the manifestations followed one another in the streets of Varanasi. Before the increasing protests and threats, the running had to be suspended.
The project took four years in returning to start up, this time in Sri Lanka where among others things, were necessary to change the distribution completely. After rolling several films on the Indian society (“Fire”, “Earth”), Deepa Mehta became person “non grata” in her country to have taught to the world pictures rejected by the Indian culture.
D. Mehta attacks against the religion that arouses ignorance. Chuyia is eight years old. She is in the age about which other girls just think about playing and, nevertheless, she is already widow. And, still worse, in the India of 1938, place and time in which the story is taken, Chuyia´s life is worth nothing.
Until she dies, according with the Hindu belief, she will remain shut in “ashram”, a kind of gloomy gynecological place appointed for widows, and she will have to beg or, still, to prostitute herself to survive.
Deepa Metha (Amristar, 1950), the solid director and Indian scriptwriter who lives in Canada has resorted to this character to denounce forcefully the religious fundamentalism.
In Water - film with which the film director concludes her trilogy initiated with Fire and continued with Earth censures which she names "the promotion of ignorance" through the religions. At present, Deepha Metha explains, there are in India more than 34 million widows, which 11 million live in ashrams in the middle of an absolute misery.
But not everything remains the same in India. For example, she says, the marriages of grown-ups people with children today are prohibited. The drama of Chuyia, therefore, at the moment continues being feasible, but the main character would have to be elder.
Deepa Mehta´s watching is one of the greater social commitments and jeopardize of the new Indian cinema. She complains that, in spite of the social policies and mainly to the work "on the spot", of nongovernmental organizations activists, execrable traditions as locking the widows up still remain.
"The problem, according to my point of view" she says, is based at woman itself. They agree on these customs because they think that if they did not do it they would betray sacred texts, would apostatize of her religion".
The film director, nevertheless, wants damages to circumscribe it of the integrism neither to his country, nor to Hinduism. "Anywhere in the world” , this director says whose work has been praised by Salman Rushdie, "still being much dependency of the religions”.
“It would be enough, she tells, have a look at what is happening in the United States with the Christian fundamentalism. In my opinion, the great religions of the world badly have been interpreted, which leads to reactions that, personally, scare to me a lot”.
The same intolerance that took to fundamentalist groups to boycott the Fire projections in Bombay and in New Delhi, in 1998, because the movie turned on a homosexual relation between two women, it lead to radical religious groups of Benares to obstruct, in the 2000, the Water running - that finally was released in India at the end of 2006. As much that there was to be postponed it.
Four years later, Deepa Mehta could film the movie, but in Sri Lanka, with a different distribution, in which professional actors with newcomer mix themselves. About the actors we could emphasize "the skill and talent" of the infantile actress, the Sarala Ceylonese, of Seema Biswas - "a great lady of the scene india" - and of John Abraham, star of Bollywood.
Water, a beautiful approaching to indian´s women in a very sad context.

viernes, 21 de enero de 2011

TARDE DE SÁBADO ANTES DE SALIR

Definitivamente el 2010 no ha sido un buen año para el cine; al contrario, ha sido pésimo si por tal término queremos decir las pocas películas realmente buenas proyectadas, no sólo en opinión de quien esto escribe, sino en la visión general que uno encuentra al leer detenidamente las críticas. Es más, podríamos comparar este año con los dos últimos y descubriríamos que fueron más prolíficos y de mejor calidad. Vamos a ello por si te puede ayudar en las tardes de me gustaría ver una peli en casa pero no sé bien cuál…

Del dos mil ocho puedes pasar un buen rato con “Juno”, con “Como la vida misma” o con “Rebobine por favor” de Gondry; algo más serio y de fuerte realidad social lo encontraríamos en la italiana “Gomorra” o en la de Lumet, “Antes que el diablo sepa que has muerto”; la pequeña joyita de Eastwood con “El intercambio” o la más que entretenida “Expiación”; otro tipo de cine en “Buda explotó por vergüenza”; la famosa y magnífica “El caballero oscuro” de Nolan; el pelotazo español contra el fanatismo religioso, “Camino”; la del oeste, “El tren de las 3.10”; la crítica al americanismo absurdo de la guerra de Haggis en “En el valle de Elah”; la más que intrigante “La niebla” con un final tremendo de bueno; “El incidente” de Shyamalan; como vive de nuevo una pareja cuando sus hijos abandonan la casa y se quedan solos en “El nido vacío”; el cierre a la estupenda trilogía japonesa en “Love and Honor”; y por supuesto, esa absoluta delicia llamada Wall.E.

Del dos mil nueve el abanico de películas es bastante más generoso en cantidad y calidad por lo que simplemente me limitaré a enunciarlas. Gran parte de ellas tuve la suerte de verlas cuando viví en Milwaukee, otras en España, y las menos los primeros meses de La India. En cualquier caso creo que fue un año mucho más interesante que su pasado y su posterior, es decir, que el ocho y el diez, infinitamente mejor, y al ser de poco más de un año seguro que os será fácil de recordar, ya que obtener suficiente información está al alcance de todos y sobre todas. De muchas escribí y aquí sólo os pongo las que he visto y merecen mucho la pena: empezamos con “District 9”, ciencia-ficción en Sudáfrica; abrimos la mente a otras culturas con “The visitor”; nos desternillamos con “Resacón en Las Vegas”; nos abandonamos al “Curioso caso de Benjamin Button”; alucinamos con “Déjame entrar”; seguimos los últimos días de “The Wrestler” (y a la Tomei); si quieres españolas ahí van dos: “Pagafantas” y por supuesto, “Celda 211”; tanto si te dedicas a la educación, si tienes hijos, como si no debes ver la francesa “La clase”; sobre animación tenemos un montón este año: “Vals con Bashir”, pelotazo, “Up”, qué decirte que no sepas, la deliciosa “Ponyo en el acantilado”, “Fantástico Sr. Fox”…; en línea disfrutaríamos con “Donde viven los monstruos”; para adolescentes hormonales “500 días juntos”; si miramos para Asia encontramos las maravillosas “Despedidas” y “Still walking”; la sorpresa de “Moon” y de “Julia”; La tremenda “Malditos bastardos” y la muy buena “Si la cosa funciona” de Allen; y nos quedaríamos boquiabiertos con las magníficas “Revolutionary Road”, “El secreto de sus ojos”, y “Gran Torino”. Ahí es nada, tienes donde elegir.

Sobre el dos mil diez, nuestra querida Noe está publicando en fascículos unas cuantas pelis con lo mejor del año. Ahora me he acordado de alguna más pero ya está mandado el email. Aún así, este diez ha sido una birria, en serio. Pero el once lo hemos comenzado con ganas renovadas y muy ilusionados por daros a conocer aquellas películas destinadas a que entendamos mejor el mundo, regalarnos la vida de alguien, hacernos reír, soñar o derramar alguna lágrima. Además, también queremos este año hablar sobre películas antiguas, de hace veinte, treinta o cuarenta años; películas mudas, extraordinarias; películas de continentes menos conocidos como el asiático… todo eso queremos y mucho más, y repetimos lo dicho, estamos abiertos a sugerencias, invitaciones, preguntas… lo que sepamos lo compartiremos; lo que no… pues hasta donde lleguemos. Once, mucha vida, mucho cine. Jb.

POR SI NO LAS VISTE EN EL DOS MIL DIEZ

A los críticos de cine en general les gusta cuando el año está dando sus últimos coletazos o por el contrario empezando su camino, hacer una lista con lo mejor y lo peor del año, en cuanto a pelis se refiere. El dos mil diez no ha sido un año de grandes películas, más bien ha sido bastante pobre si comparamos la cantidad de películas estrenadas con la calidad de muchas de ellas, pero aún así siempre podremos rescatar unas cuantas que nos sorprendieron o que colmaron nuestras expectativas. Nosotros no somos críticos sino simples aficionados, pero no por ello vamos a dejar de dar nuestra opinión y gustos. Quizá no diferirán mucho del sentir común; da igual, aunque como en toda lista siempre hay mucho de subjetivo y gusto personal. En cualquier caso puedes escribir las tuyas que me encantará leerla.

Aprovecho el momento para invitar a los lectores y seguidores del blog a realizar sus comentarios, sugerencias y críticas con libertad. Quizá os gustaría tratar una película en particular o invitarme a que vea un clásico o recién estrenada y que hablemos sobre ella. A pesar de mis limitaciones con internet y mis breves conocimientos estoy dispuesto a hacer un poco más viva nuestra sección de cine, intentaré escribir sobre cosas actuales y sobre clásicos, y podemos arriesgarnos a realizar comentarios sobre alguna serie de televisión que os mole. Ya veremos.

Sin más aquí van algunas de las pelis que más me han gustado del pasado año…
Posiblemente, la cinta blanca es la película más cruda, lúcida y devastadora que se pudo ver en España a lo largo de 2010. Con un elenco sencillamente insuperable, el último relato del polémico Michael Haneke, experto en dejar aturdido al espectador, nos adentra en los terribles y misteriosos acontecimientos que azotan una población alemana poco antes de que estalle la primera gran guerra.
Una de las grandes sorpresas del año fue ese relato tan descarnado, intenso y emocionante, como el que logra orquestar Jacques Audiard en Un profeta. Extraordinario Tahar Rahim en la piel de un joven delincuente de poca monta, que debe transformarse en otra ¿persona? para sobrevivir en la cárcel. Sí, superior a la notable ‘Celda 211’.
El afortunado salto a la comedia de Fatih Akin fue otra de las mayores sorpresas del pasado año, que tuve la suerte de ver en uno de los viajes de avión hacia La India. La vida de Zinos gira en torno a su novia y su restaurante, el Soul Kitchen, así que cuando ella debe marcharse, él decide dejar el local a su hermano, recién salido de la cárcel, lo que da pie a numerosas situaciones desternillantes. Con el género por los suelos, machacado por los norteamericanos, se agradece este soplo de aire fresco. Quizá sea esta la peli que menos os suene, pero merece la pena.
Puede que no sea la mejor película de Christopher Nolan, ni una de las cinco más brillantes del año (mucho más discutible), pero resulta innegable que Origen ha dejado algunas de las escenas más impactantes del año. Elenco de auténtico lujo, impresionante banda sonora y un guion endiablado que ha provocado todo tipo de debates; son los ingredientes del blockbuster más espectacular e imaginativo de 2010.
Año tras año el estudio Pixar nos devuelve la ilusión del mejor cine, y 2010 no fue una excepción. Lejos de ser una simple secuela, la película de Lee Unkrich es una completa maravilla, la aventura más grande que se estrenó el año pasado, y el mejor cierre posible a la historia de unos juguetes que jamás olvidaremos. Toy Story 3 es de lo mejor que ha salido de Pixar a día de hoy.
¿Una película sobre Facebook? No, una película sobre la amistad, la ambición, el poder, la fama, el dinero, la traición y mucho más. Un guion formidable (desde luego, el que posee los mejores diálogos del año), interpretaciones increíbles y una puesta en escena impecable; el resultado es un fascinante retrato de nuestro tiempo que no creerás que te ha tenido sentado durante dos horas. Podría ser la triunfadora en los Oscars, La red social lo tiene todo, y David Fincher se merece ya el mayor reconocimiento de la industria del cine.
A mí la de George Clooney en Italia me gustó pues encontré notable, muy serio y elegante, el segundo trabajo como realizador de Anton Corbijn. Portentosa interpretación de Clooney en un thriller de sabor añejo con uno de los finales más tensos y amargos del año. El americano
Buried por ser de un español y por su protagonista exclusivo Ryan Reynolds, un actor en el que muchos no hubiesen confiado, entre ellos yo mismamente, y que, sin embargo, ofrece una buena interpretación que aterroriza especialmente con su ansiosa respiración. Un elemento a sumar al gran suspense conseguido, potenciado por un montaje que es obra del propio Cortés. Aunque puede que falte algo de emoción, el director, a diferencia de su protagonista, puede estar tranquilo: el resultado es más que recomendable. .
Y si me pidierais que os recomendara sólo una peli, no comercial, apenas conocida que ha tardado inexplicablemente dos años en llegar a los cines de España (yo la vi en la tele aquí en La India), y que me dejó pegado al sillón con cara de calamar… Two Lovers sería la elegida. Una peli de atmósferas, uno de los mejores dramas románticos que he visto en los últimos años. Su aire melancólico es excelente a la hora de plasmar la historia de un hombre que se debate entre dos mujeres. Le faltan cosas para ser redonda pero da igual porque me parece que crea una comunicación perfecta entre espectador y película, y tiene un final estupendo. James Gray es quien firma esta cinta que merece mucho la pena.

La última joya del año proviene de Corea del Sur, pero Poesía es un poderoso relato con muchas lecturas que encajaría perfectamente en cualquier país moderno (si hubiera tiroteos y explosiones, ya estaría en marcha el remake). En torno a la portentosa interpretación de la veterana Yun jung-hee, Lee Chang-dong nos habla de la belleza, la vida y la muerte, en nuestro amargo mundo cotidiano. Gran película.
Las siguientes se quedan fuera principalmente porque no las he visto, pero todo me indica que podrían estar perfectamente entre las comentadas arriba con algo más de detalle: Copia certificada de Abbas Kiarostami, El escritor de Polanski y Mr. Nobody de Van Dormael.
Espero tus comentarios y sugerencias. Jesús Baena.