Después de meses sin colgar un solo artículo me despacho hoy con dos, pero éste último muy breve. Es que me he acordado que hoy trece de septiembre hace cinco meses que dejé de fumar, justo en el instante en que poco antes de las nueve de la mañana me subía al autobús con dirección a Ponferrada para celebrar la Semana Santa andando hacia Santiago. Nunca pensé que abandonaría el tabaco pues la verdad es que no me apetecía, pero estando en Filipinas, un día, era tal la humedad que al fumar me asfixiaba. Lo recordé de camino al autobús y me dije que quizá era el momento adecuado. De momento parece que acerté. Además, el indonesio que ha vivido conmigo los dos últimos años y con el que solía fumar sin tregua tuvo que salir corriendo del país por las historias del visado y le será casi imposible volver. Una auténtica pena, aunque eso también me ha ayudado para seguir sin fumar.
Desde que regresé a La India, el nueve de Junio, justo en mi décimo aniversario como presbítero, ya han pasado tres meses, y lo han hecho muy rápido. Y lo mejor, feliz, de veras.
Desde que regresé a La India, el nueve de Junio, justo en mi décimo aniversario como presbítero, ya han pasado tres meses, y lo han hecho muy rápido. Y lo mejor, feliz, de veras.
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