miércoles, 28 de julio de 2010

RACHEL GETTING MARRIED, LA INDIA Y LA IMPORTANCIA DE LA FAMILIA

Ya he escrito en más de una vez lo que me ocurre con algunas películas, y es que nada más leer el título y sin saber nada sobre ellas sé que he de verla. No hay otra razón que el cuerpo me avisa y despierta la tecla de tarde o temprano te servirá para algo en tu vida, o la de es la hora de soñar un poco y escaparte de tu realidad, o al revés, la de necesitas un poco de realidad, o la de vamos a conocernos un poco mejor a través de ella, o la de me gustaría haber actuado igual cuando me pasó…
Con Rachel Getting Married (La boda de Rachel en España) no sé bien qué tecla tocó. No llevaba ni un mes en Estados Unidos cuando estaba sentado en la sala de comunidad de Hales Corners leyendo el periódico y vi la crítica que Duane Dudek había escrito sobre el film en el Milwaukee Journal Sentinel. Sin más entendí que debía verla. Luego leí la crítica y también me gustó. Después supe que Anne Hathaway era la protagonista y me convenció aún más. Es posible que las dos últimas no fueran completamente necesarias pero apoyaron la intuición. Ahora, lo más curioso es que no he podido ver la película hasta hace bien poco por televisión, aquí, en La India. A veces pasa que este tipo de pelis duran muy poco en cartelera, como creo que ocurrió en España, y que en Internet no son fáciles de encontrar, al menos para alguien como yo, un perfecto inexperto en estas lides.
Decía que no sé bien que tecla tocó, así es que si después de leer el comentario se te ocurre alguna, estaré encantado de que me lo digas. Seguro que hay alguna o varias. Bien podría ser, se me ocurre ahora, que me esté sirviendo para poner por escrito las cosas que voy viviendo en La India a través de algunas películas, como ya he hecho con La Familia Savages y con WALL.E.
Kym (Hathaway), una mujer que lleva los últimos diez años en rehabilitación por su adicción a las drogas ha conseguido un permiso de fin de semana para asistir a la boda de Rachel, su hermana. En cuanto se ven las dos desprenden felicidad y buen humor, pero será suficiente unos pocos minutos para que los sentimientos de dolor y resentimiento aparezcan descarnadamente. De hecho, en muchos momentos de la peli me pregunté si Rachel realmente sentía algo de cariño hacia su hermana pequeña.
Por suerte, no tardaremos mucho en saber el motivo de tanto rencor pues seremos pronto testigos de una sesión de rehabilitación de Kym donde averiguamos que ella fue accidentalmente responsable de la muerte de su hermano que murió ahogado al intentar ayudar a su intoxicada hermana. De esto nos enteramos pronto por lo que no desvelo ningún secreto, y si que nos ayuda a comprender por qué Kym es ciertamente una mujer problemática que tan pronto se la ve disfrutando de su familia como se estresa y necesita salir corriendo.

Me detengo un poco en mi comentario acerca de la película pues me viene a la cabeza uno de los aspectos mas importantes en la sociedad india, la familia. En La India la unidad de la sociedad es la familia. El individuo sólo tiene sentido como miembro de una familia y, a un nivel superior, como miembro de una casta. El individuo aislado, que tiende a ser cada vez mas el prototipo de nuestras sociedades occidentales, es visto en La India como una pieza separada del todo, como el último estadio del egoísmo y el aislamiento. Solamente el saniasi , el monje, carece de familia y casta por haber renunciado a ellas como a todas sus otras relaciones y propiedades.
Bien es verdad que en las grandes ciudades se hace difícil la existencia de familias grandes, pero el arquetipo que los indios tienen en la cabeza es la familia extensa, y aquí en Eluru como en casi toda la India se funciona así: los hijos varones, tras su matrimonio, continúan viviendo en casa de sus padres; la recién casada viene a vivir a casa de los padres del novio, y allí tienen su descendencia. Viven así en una misma casa los padres junto con sus hijos varones y las mujeres y los hijos de éstos. Se añaden hijas y tías sin casar, miembros de generaciones anteriores y un largo etcétera por lo que es común ver familias de veinte y treinta miembros viviendo bajo el mismo techo. Habría bastantes mas cosas que decir pero no es el momento para extenderme mas, baste como apunte ultimo comentar que este tipo de vida tiene sus aciertos y sus peligros. Por ejemplo, el dinero es puesto en común en muchas familias siendo el hijo mayor quien organice como se emplea. El paro es brutal por lo que en cada familia siempre se encontrará personas que no trabajan pero a quien se le garantiza la comida. Además suelen apoyarse entre si y ayudarse. Sin embargo también es cierto que en muchas ocasiones se alimenta la indolencia y la holgazanería (para mi una verdadera lacra), la convivencia de tantas personas de los dos sexos juntas favorece las relaciones ilegítimas, y en ocasiones acaban mal entre ellos teniéndose que separar y con mucha violencia. Aun así, a los indios les gusta vivir juntos, y no comprenden el gusto occidental por la independencia y la soledad.

Dicho esto, vuelvo mis pasos sobre Rachel y su boda, y me dispongo a observar como el hecho de la muerte del hermano pequeño ha afectado en cada miembro de la familia y particularmente en Kym y los sentimientos que tiene hacia ella misma y la relación con su familia. Hay un momento especialmente crudo cuando la madre de Kym y ella discuten de manera tan dramática que da la impresión que fuera la primera vez que sacaran el tema de la muerte del hermano. Tremendo momento. Y es que la película me parece un fresco en movimiento de las relaciones intrafamiliares con ocasión de la boda de un miembro de la familia con lo que supone eso de nerviosismo por si mismo. Cuanto más si le añadimos toda la carga de Kym. Mas a pesar de la dureza, disfruto un montón porque además de ser testigo de las emociones buenas y menos buenas de sus protagonistas que van sacando a la luz poco a poco, voy sintiendo a la vez que soy testigo presencial de lo que esta pasando, gracias a esa cámara en mano que en mi opinión le aporta un plus al film, especialmente en el momento de la boda. Es cierto que hasta el momento de la boda la mayoría de las emociones y situaciones son de tristeza y resentimiento, pero quiero creer que la felicidad mostrada durante la boda, ya casi al final de la peli, no proviene del deseo de escapar por unas horas de la realidad sino que es el fruto de cómo el amor de los lazos familiares puede superar el daño y el dolor causado. Algo que sólo el amor puede vencer. No digo con ello, ni mucho menos, que de pronto el dolor desaparezca. Al contrario, creo que la familia de Kym nunca podrá olvidar las cosas que ella ha hecho y sus consecuencias, algo que es absolutamente normal y sincero, pero me parece que han sido capaces de perdonarla y quererla incondicionalmente.
Por todo ello La boda de Rachel (todavía no me explico por qué no tradujeron también el nombre) es una gran película que es capaz de mostrarnos con toda la crudeza la depresión de Kym y la amargura de su hermana, y a la vez el amor y el cariño que se tienen entre ellas. Y por si fuera poco lo hace alejándose de la nauseabunda y edulcorada corriente Hollywood/Disney, y sobre todo, nos hace apreciar de veras la importancia de la familia. Gran acierto.

lunes, 26 de julio de 2010

WALL.E y LA INDIA

Una característica de la civilización india es el ser capaz de permitir a elementos contradictorios coexistir en paz. Cualquier cosa que se diga de La India es en parte falsa, pues su contrario también es cierto y la verdad es que se puede constatar continuamente. Y poco a poco descubro que esta idea es también una particularidad de la filosofía india que considera una multiplicidad de puntos de vista con realidades parciales y válidas sólo desde cada uno de ellos.
Así, uno puede caminar por La India y afirmar sin riesgo a equivocarse que se encuentra en uno de los países más sucios del mundo donde toneladas de basura y desperdicios son tirados en las calles sin el menor problema a diario por una población que suele cuidar con mimo y limpiar con detalle sus casas mientras a su alrededor les come la basura que ellos mismos se han encargado de esparcir. Y curiosamente uno de los aspectos que yo más valoro y que me encanta de la filosofía hindú, y que la religión cristiana ha asimilado sin problema es la contemplación y el respeto hacia la naturaleza, los animales y la creación, y sin embargo si nos dejáramos llevar por la primera impresión diremos taxativamente que no hay nada mas lejos de la realidad, pero si sentimos curiosidad por aprender y no nos lanzamos a juicios severos y rápidos constataremos la verdad de estos elementos contradictorios viviendo en paz. Yo reconozco que hubo un corto tiempo que me dejé llevar aportando mi granito de basura a la tierra pero en general vivo con mi propia contradicción donde mi cuarto es un basurero y fuera de él me esfuerzo por ser limpio, bastante limpio.
Pues todo esto pensaba después de ver con inmenso placer de nuevo esa maravilla de Pixar llamada WALL.E ( a Waste Allocation Load Lifter, Earth class ), el robot que fue olvidado de desconectar y que setecientos años después que los humanos abandonaran la Tierra debido a que la basura y desperdicios que generaron les hizo imposible seguir viviendo en ella yéndose a vivir a esa futurística Arca de Noe, continúa apilando montañas de basura reciclada mientras convive con su indestructible cucaracha.
El resto de la película es de sobra conocido, la llegada de EVE (an Extraterrestrial Vegetation Evaluator), el encuentro entre los dos, el regalo de la planta, el viaje a Axiom, el encuentro con los humanos y las máquinas, … y la vuelta a la Tierra.
Delicioso, pero merece la pena que nos paremos a evaluar unos cuantos ingredientes que se desprenden de esta belleza y que muestran la cara mas fea y peligrosa de la humanidad. Lo primero que me viene a la cabeza es esa nave repleta de seres obesos en clara comparación con el estilo de vida americano y occidental, creo que deliberadamente exagerado, donde los robots y la tecnología parecen estar al servicio de los humanos pero que en realidad son ellos los esclavos y dirigidos. La vida a bordo se ha deteriorado hasta tal punto que no hay rastro de algún signo cultural, de autonomía o algo que implique a la comunidad. Y sin embargo WALL.E no desea otra cosa que tocar la mano de EVE e imitar el baile de su número musical preferido Hello Dolly! , y EVE lucha desesperadamente por proteger a WALL.E de los demás robots. Quiénes son los humanos aquí?
Lo segundo es que la presencia de WALL.E va despertando las conciencias dormidas y abandonadas de los humanos recordándoles lo que un día fueron, pero la única forma de vencer y superar tanto consumismo y la avaricia del bienestar pasa obligatoriamente por tomar la dirección de la nave y su control, es decir, por el autodominio y la toma de decisiones personales en nuestra vida, por volver a reconocerse como ser humano y recuperar la humanidad perdida, por la no dependencia de las máquinas y su esclavitud, por la lucha contra esa falsa utopía que es hacer de los avances técnicos e informáticos la manifestación y el fin ultimo de la humanidad, y no en las complejas pero fundamentales relaciones sociales, de pareja, comunitarias, áreas donde nos jugamos lo que somos y no lo que hacemos, en el cuidado de nuestras vidas, de las cosas y en general del medio ambiente y la naturaleza donde nos sostenemos.
Lo tercero es que WALL.E representa la esperanza perdida: una esperanza que se enfrenta a lo que parece ser una insuperable montaña de caos y destrucción provocada por el descontrol humano y su abuso de la Tierra, la esperanza de alguien que marca la diferencia, que encuentra un modo bello de vivir, la esperanza que nos habla que a pesar de lo expuestos que estamos a los efectos mortales del consumismo, la glotonería y la avaricia se puede trabajar y vivir en este mundo hacia un modo de vida que apoye y recree la Tierra en vez de destruirla.
Para mi es especialmente sorprendente constatar como una película de animación, o lo que siempre hemos llamado dibujos animados, pueda decir tanto y sobre todo en sus primeros cuarenta maravillosos minutos donde sólo se escuchan, varias veces, dos palabras y nada más. Y dice tanto y provoca tanto de una manera divertida, sana, comprensible que nos hace pensar y reflexionar sobre qué estamos haciendo con nuestras vidas y con el planeta Tierra. Si hay hoy una historia moral que merezca ser escuchada sin duda es ésta. Y me parece difícil creer que pueda haber alguien en este mundo que no se sintiera tocado por esta película en la que no se necesitan palabras para contar una historia universal sobre un problema universal, del cual todos somos responsables y nos afecta. Yo, por mi parte, se la pienso enchufar a los de primero de teología, a ver si por un casual les revuelve un poquito y queda sembrada una semilla.
WALL.E, una historia conmovedora con valores tan importantes entre tanta basura y desperdicios.

LA FAMILIA SAVAGES EN LA INDIA

Uno puede pensar que no hay mucho por lo que reír o sonreír en esta película llena de situaciones embarazosas, dolor, revuelto de estómago y humor negro. Sin embargo, recuerdo que la vi junto a javito luengo y en más de una ocasión sonreímos. Eso sí, eran sonrisas de dolor que rezumaban algún principio de lágrima pues los fracasos de estos dos hermanos y sus sombrías vidas junto al tema de la senilidad, el trastorno, la incontinencia o la muerte no es todo lo que hay en la película.
Cuando regresé de Indonesia pasé un día en la ciudad de Chenai antes de volver a Eluru, en una parroquia junto a la que, para mi asombro, había un convento de monjas llevando una residencia de ancianos. En La India el concepto de familia es tan fuerte que me parecía impensable un lugar como éste, pero en las grandes ciudades ( Chenai tendrá unos seis millones de personas ) los cambios hacia una sociedad mas del estilo occidental son absolutamente palpables, por lo que los problemas que se presentan en la película se van tejiendo en el horizonte de forma uniforme en el común de los mortales, y surge irremediablemente en la conciencia la inquietante pregunta: cómo hacer frente a tal situación? La respuesta de los dos hermanos no me parece tanto que sea un listado de cómo no hay que hacerlo como lo que no hay que hacer ni sobre todo ser cuando tienes que hacerlo. Y si de ser hablamos ninguno de los tres personajes de la familia Savages nos ayudan a sentir algo de simpatía por ellos. El padre es poco atractivo, y Wendy y John son dos esforzados intelectuales pero de vidas vacías y desarrapadas, muy atareados como para querer tener algo de contacto entre ellos y menos aún con su padre, encerrado uno en su docencia como maestro o lidiando con una relación adúltera la otra. Por fortuna para ellos, el hecho inevitable de hacerse cargo de su padre les ofrecerá a los dos la oportunidad de una redención temporal.
Y dicho esto me pregunto qué mensaje cristiano nos ofrece La familia Savages pues Jesucristo no es mencionado a excepción de un juramento. Cristo nos enseñó que el amor (hacer lo mejor para el otro) es su esencia, su manera de definirse, y que si tú das la vida por otro estás alcanzando el amor perfecto. Wendy and Jon movidos por el sentido del deber y sus infinitos complejos de culpa se encontrarán con la posibilidad de dirigir sus vidas hacia este genuino amor.
La familia Savages o, mejor dicho, La familia de los Salvajes, traducción literal y que con cierto sabor amargo tan bien se adecua como fiel descripción a los hechos, a estos dos alumnos depravados de la sociedad moderna. Ingenioso y poco prometedor. Quiero pensar que si todo esto ocurriese en una familia cristiana (como seguro ocurre), no sufrirían menos, pero al menos espero que no estuviera sometida al vacuo bombardeo de lo incomprensible y de lo inútil de las afrentas y las pérdidas. Este bombardeo y sus afrentas dotan a la película de cierto humor y de mucho dolor, que en una familia cristiana debería ser transformado en algo de nobleza religiosa y no en degradación o incoherencia.
Lo dicho, sonrisas, horror, entendimiento, también ternura y sabiduría en La familia Savages.
JB.