jueves, 25 de junio de 2009

En un principio me habían destinado al seminario menor de Andhra Pradesh a las afueras de una ciudad llamada Guntur, a unos cien kilómetros de Eluru, pero la semana anterior a llegar recibí un email con el cambio de destino a Eluru donde está el teologado, nuestra Salamanca para entendernos. La diferencia debo deciros que es abismal pues tuve la oportunidad al día siguiente de aterrizar por aquí, de ir con el provincial a visitar la casa y los dos religiosos que de momento la habitan, Matai a quien conocí los días que estuve en Roma y es el superior, y Simón, polaco y que en unos meses volverá a su país para más tarde viajar a Filipinas. La casa está diseñada en torno a un patio central en donde además se encuentra la capilla de los chavales. En lo que sería el claustro se hallan las distintas dependencias: comedor, habitación para invitado, las dos habitaciones grandes para los chavales donde duermen unos doce en cada una y la sala de comunidad que da paso a las habitaciones de la comunidad. En la parte trasera hay un pequeño huerto y un campo de fútbol. La casa está como desvencijada y triste, situada en medio de ninguna parte durante años y ahora rodeada por tres macro-colegios que tampoco ayuda. Por supuesto que no me hubiera importado vivir allí, con esa idea venía, pero al estar en el teologado la diferencia es tan profunda que inevitablemente lo agradezco. Por cierto, este año son unos veinticinco alumnos los que tenemos en este seminario menor. La otra casa es el noviciado y se halla a unos treinta kilómetros del seminario. El calor en esta casa es sofocante aunque no vi mucho pues estábamos de paso. Valerio, el maestro de novicios que es italiano está teniendo cada vez más problemas con su visado y últimamente sólo le dan por tres meses, lo que hace bastante difícil la labor de un maestro de novicios aunque alguno pensáramos qué pena que no nos hubiera tocado a nosotros esa gracia. Este año tenemos cuatro novicios.
La Congregación en la India empezó sus primeros pasos a mediados de los noventa en el estado de Kerala, como tantas otras congregaciones han hecho, debido a que es una zona de mucho cristiano y con un obispo abierto siempre a nuevas incorporaciones. Cinco años más tarde cuando en Kerala ya nos habíamos afianzado y gracias a una invitación recibida por dos sacerdotes diocesanos del estado de Andhra, el Father Martin, holandés, se puso en contacto con el obispo y en breve nos dirigimos hacia allí pues aunque la presencia cristiana existe, no es la sobreabundancia de Kerala. Primero fue el seminario, luego el noviciado y por último la llegada de los dos primeros religiosos autóctonos hizo que se alquilara una casita en medio de la ciudad de Eluru donde se ha ido viviendo como se ha podido los últimos siete años hasta que se ha construido la casa donde ahora vivo a las afueras de la ciudad. Si alguien desea saber cómo fueron los primeros pasos de los SCJ en la India puede ir a www.indiascj.net/History.htm donde se cuenta de forma bastante sencilla los siete primeros años de presencia aquí.
Si más o menos me he explicado bien, quiere decir que la casa donde vivo tiene poco más de un año. Ya veis, en mi línea de llegar a plato puesto. La casa tiene un piso además de la planta baja y en la azotea hay una estructura férrea que hace de dobletejado y nos protege algo del calor. De otra forma sería un horror vivir en la planta de arriba. Aprovechando mi pericia con el ordenador sacaré algunas fotos y ponerlas en el blog que gracias a Kristianto he abierto y que ahora paso a escribiros. Supongo que al leer esto muchos ya la sabéis pero otros no. Allí voy colgando poco a poco el diario y espero otras cosas más. www.jbenlaindia.blogspot.com Yo que estoy acostumbrado a dar señales mínimas de vida…. Haré por mantenerlo fresco aunque necesitaré vuestra ayuda en forma de presión.

1 comentario:

  1. HOLA JESUS, ME ALEGRO DE QUE ESTES BIEN.
    ESPERO QUE TUS ASPIRACIONES LLEGUEN A BUEN FIN.
    ESTAMOS EN CONTACTO.
    HASTA PRONTO.
    UN BESO.
    MONTSE

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