Hoy es veinte de Diciembre, Domingo. Son poco más de las tres de la tarde aquí y es un momento ideal para felicitar a todos la Navidad. Los domingos suelen ser bastante tranquilos y me gusta pasarlos en mi cuarto aprovechando que internet parece que funciona mejor en festivo. Durante unos meses atrás, mi superior McQueen se empeñaba que le llevara de recorrido vespertino por distintas casas religiosas, cosa que le encanta y a mí dejaba el cuerpo con la sensación de pérdida de tiempo. Por suerte ha disminuido un poco su querencia a ser su chófer, consciente de mi cansancio. También los escolásticos me suelen dar la barrila para que salgamos a ver una película o de visita, pero confieso que donde mejor me encuentro un domingo por la tarde es en mi cuarto. Estos días están siendo muy ajetreados. Parece que en la provincia india no encontramos mejor fecha para juntarnos todos y realizar asamblea de tres días que del veintiocho al treinta de diciembre, y si le sumamos la ordenación sacerdotal y de seis diáconos el dos de enero, todo en nuestra casa de Eluru, más lo que significa de despiporre pastoral por las fechas, la habitual calma india se ha vuelto un poco más frenética.
La mañana la he pasado con lo que vamos a entregar en la asamblea sobre el programa del postulantado que queremos que se inicie el próximo junio y esta tarde-noche comenzaré a estudiar todos los pasos de la liturgia del rito de ordenación sacerdotal y de diáconos. Dios mío, no saben a quién han puesto para dirigir la celebración! Pero como aquí nos levantamos tan prontito, a diario a las cinco y media y los domingos a las seis y media, pues a partir de las ocho y media hoy ya tenía tiempo para hacer cosas. Primero celebré el cuarto Domingo de Adviento e hice una pequeña parte en telugu; en la homilía les he contado lo que pienso de la Virgen y después he desayunado. Los domingos no son muy allá porque el cocinero asiste a la Eucaristía y el desayuno es frugal.
Este año, de nuevo, me he decidido a escribir felicitaciones navideñas como hice el pasado desde Hales Corner. Tardarán casi un mes, por lo que para entonces los reyes magos habrán regresado de donde vinieron, pero no me importa. Me apetecía. Otra cosa es que os llegue y no se pierda por el camino. Además, sólo he escrito unas pocas (las casas scj, familia y poco más). Espero que lo que ahora escribo valga como felicitación.
El veinticuatro por la noche iré a un poblado minúsculo a celebrar, y lo haré en telugu menos la homilía que la traducirá casi simultáneamente el brother Deva, que significa dios-el que brilla. Me ilusiona que una noche así lo celebre en medio de ningún sitio, en un lugar donde ni siquiera una vez al mes les van a celebrar la Eucaristía. La homilía la he escrito en castellano primero, después la he traducido y se la daré a Deva para que cambie lo que crea oportuno y que no vaya en relación con el público al que va dirigido. Ya sé que no debería escribir primero en español, pero esta ocasión ha sido así. Expreso más cosas. Darle vueltas al contenido me ha hecho también pensar en nuestra Navidad y en cosas que había leído. Recuerdo un retiro de adviento con los laicos que nos lo dio Julius en el que hablábamos de por qué hay mucha gente que odia la Navidad y del fuerte sentimiento que nos produce lo que nos gustaría que fuera la navidad y lo que realmente es, del gran sueño de Dios porque siempre sea navidad y del regalo que nos hace al ser piel y corazón. Ahora resuena en mí con un gran latido y entiendo que no es ninguna obligación estar bien en estas fechas, no vivimos en un mundo perfecto y siento en gente que me rodea aquí que puede vivir el espíritu de la navidad en situaciones de cruz. Por eso intentamos vivir nuestros conflictos desde la confianza en Dios e intentando poner en ellos todo el cariño posible. Puede que suene poético pero así lo siento. Que Dios decida ser uno con nosotros y uno de nosotros sigue siendo hoy una auténtica revolución.
Sólo un poco más que sino luego no lo leéis porque es mucho.
Estoy leyendo un libro que regalaron mi hermano Josemi y paloma antes de volver. Se llama “La India por dentro” y está escrito por Álvaro Enterría que vive y trabaja en la India desde 1989, es socio propietario de la librería y editorial Indica Books y está casado con una mujer del estado de Orissa con la que tiene dos hijos. De las quinientas páginas he leído ya unas cien y es un libro fascinante, sobre todo para los que vivimos aquí y deseamos comprender algo más este inmenso y en muchas ocasiones incomprendido país.
Y con el fin del año pienso que ahora me queda llevar hacia adelante todas mis pequeñas ilusiones que en estos meses de atrás han ido naciendo y que no siempre estoy dispuesto llevar a cabo: la constancia en el trabajo, saber delimitar las prioridades sobre los gustos, el estudio tranquilo pero constante de los idiomas, leer más, mantener el contacto con los seres queridos, escribir en el blog, profundizar en mi oración, saber decir lo que pienso, vivir en paz conmigo mismo en definitiva.
Quería contar más cosas pero mi cuerpo dice que pare. Os deseo una bonita Navidad, paz y serenidad para ver qué necesitamos y que el recién nacido pueda ser cada vez más él a través de lo que hacemos. Un abrazo y beso para todos. Feliz dos mil diez.
Sólo un poco más que sino luego no lo leéis porque es mucho.
Estoy leyendo un libro que regalaron mi hermano Josemi y paloma antes de volver. Se llama “La India por dentro” y está escrito por Álvaro Enterría que vive y trabaja en la India desde 1989, es socio propietario de la librería y editorial Indica Books y está casado con una mujer del estado de Orissa con la que tiene dos hijos. De las quinientas páginas he leído ya unas cien y es un libro fascinante, sobre todo para los que vivimos aquí y deseamos comprender algo más este inmenso y en muchas ocasiones incomprendido país.
Y con el fin del año pienso que ahora me queda llevar hacia adelante todas mis pequeñas ilusiones que en estos meses de atrás han ido naciendo y que no siempre estoy dispuesto llevar a cabo: la constancia en el trabajo, saber delimitar las prioridades sobre los gustos, el estudio tranquilo pero constante de los idiomas, leer más, mantener el contacto con los seres queridos, escribir en el blog, profundizar en mi oración, saber decir lo que pienso, vivir en paz conmigo mismo en definitiva.
Quería contar más cosas pero mi cuerpo dice que pare. Os deseo una bonita Navidad, paz y serenidad para ver qué necesitamos y que el recién nacido pueda ser cada vez más él a través de lo que hacemos. Un abrazo y beso para todos. Feliz dos mil diez.
FELIZ NAVIDAD Y UN 2010 LLENO DE CARIÑO PARA TI Y PARA CADA UNO DE LOS QUE LEEIS AL QUERIDO JB.
ResponderEliminarMª José
Jesús, desde Zaragoza, te deseamos a ti a todas las personas que están contigo que viváis una muy feliz Navidad. Que el fin del año que termina arrastre el sufrimiento y que el nuevo año os traiga Paz, Felicidad y Amor.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo de tus amigos.
TITO, deseo que en 2 0 1 0 leamos solamente cosas bonitas, alegres, divertidas... buenas de verdad en tu blog.
ResponderEliminarQue el año que se inicia sea tan hermoso para todos que desde aquí seamos capaces de transmitir la felicidad que sentimos.
FELIZ 2010 PARA TI Y TODOS (LOS DE SAN JERONIMO TAMBIÉN)
Besos. Laura y Fran
¡¡¡Feliz 2010!!! Para ti y para todos. Pareces tranquilo pero con muchas inquietudes, espero que las lleves a cabo y que de vez en cuando nos las cuentes... tu capacidad de hacer especial a todo el mundo es una herramienta que anima a conseguir los sueños de cada cual...
ResponderEliminarGracias :)
Besotes
Nuri