cuatro minutos

En los últimos años las películas de la factoría PIXAR se han estrenado en España en el mes de Agosto. Recuerdo que vi la maravillosa “ Ratatouille “ un sábado a las siete y media de la tarde después de celebrar una boda y … no ir a la cena! El año pasado a finales de Agosto vi “ Wall-E “, y éste a finales de Julio en Eluru ( y a través de mi ordenador ) he visto “ Up “, que se estrenó en el mercado norteamericano ya hace un par de meses largos, y por eso la copia era muy buena.

Andaban los de Pixar con temor por si la película no llegase a conectar con el público más pequeño y tampoco con los más grandes, pero afortunadamente nada de eso ha ocurrido. Cuando todavía no se ha estrenado en muchos países del mundo, Up sólo en el mercado USA ha recaudado 283 millones de dólares, más que Cars, Monsters, Los Increíbles, Wall-E o Ratatouille ( otras pelis Pixar ), y se acerca a los 339 de “Buscando a Nemo”.

“Up” es una explosión de policromía y belleza. La historia de un casi octogenario cascarrabias vendedor de globos que antes de que su casa sea demolida decide realizar el viaje que su esposa y él habían soñado toda su vida llevándose la casa a cuestas hacia tierras vírgenes de Sudamérica, está llena de color y fantasía. La historia en sí es bastante sencilla y no es que sea el punto fuerte de la película, pero tiene la virtud de ir sumando nuevas situaciones más o menos inesperadas que hacen que nunca pierdas el interés y te mantengas atento. Después como en todas estas películas de animación, los protagonistas secundarios juegan un papel muy importante, y aquí sin que sean absolutamente brillantes y descacharrantes no desentonan, el pájaro y sus hijos, el perro que habla y sobre todo el niño gordito son seres muy simpáticos. Por otra parte sus antagonistas también merecen la pena.

Y aunque la película es realmente hermosa y emotiva en su conjunto me detengo para contaros lo que más me encantó de la peli y que fueron los diez primeros minutos, y sobre todo esos cuatro minutos donde sin una sola palabra nos relata toda la vida de dos personas de una belleza tal que se me saltaban las lágrimas. ¡Cómo es posible contar tanto en tan poco tiempo, sin palabras y de una manera tan preciosa! Algo parecido sentí en los primeros cuarenta minutos de Wall-E donde no se necesitó de una palabra para contaros de manera sublime la vida de un robot con más corazón que muchos humanos.

¿Será así el silencio de Dios?